Por: Roberto Morejón
En un fin de semana muy productivo, los cubanos realizaron el ejercicio de la defensa civil Meteoro 2016, para aumentar la preparación ante la próxima temporada ciclónica y otros desastres naturales, entre ellos los sismos.
El simulacro popular constituyó una buena oportunidad para que ciudadanos y directivos de empresas tuvieran una percepción más clara de cómo enfrentar eventos hidrometeorológicos extremos, sacudidas telúricas, escape de sustancias peligrosas y epidemias.
También se valoró el funcionamiento de los sistemas de alerta temprana y la efectividad de las labores de recuperación en sus etapas de rehabilitación y reconstrucción.
Esta edición del ensayo preventivo tuvo singularidad por ser la número 30 y enfatizar en el alistamiento ante fenómenos que, como la sequía y los movimientos telúricos, han cobrado actualidad en Cuba.
La intensidad de la aridez tiene un perjudicial efecto acumulativo desde su origen en 2015, cuando de mayo a octubre se registró el período más seco desde mil 961.
Los meses de diciembre de 2015 y enero de 2016 fueron anormalmente lluviosos, pero los acumulados fueron pequeños y NO revirtieron la sequía.
Como resultado, al concluir el mes de abril pasado se reportaron 266 fuentes de abasto afectadas, con una población asociada de poco menos de un millón de habitantes.
Una parte considerable de esos moradores están asentados en las provinciales orientales de Holguín, Guantánamo, Granma, Las Tunas y Santiago de Cuba.
Para toda Cuba fue esencial Meteoro 2016, pero en el caso de Santiago de Cuba se presenta una situación especial.
Ese territorio oriental recibe los perjuicios del déficit de lluvias y registra un comportamiento inusual de movimientos telúricos.
La situación sísmica anómala vivida en el suroriente cubano del 17 al 26 de enero pasado, demostró la eficacia de la preparación adquirida en los ejercicios Meteoro por dirigentes, trabajadores de empresas estratégicas y la población.
La ocurrencia el pasado viernes de un sismo de 3.1 de magnitud en la escala de Richter, el número 52 perceptible en la provincia santiaguera en lo que va de año, validó la importancia de la preparación, aun cuando no provocó pérdidas humanas ni materiales.
La experiencia en Santiago de Cuba y en el resto de las provincias en cada ejercicio Meteoro es apreciada por expertos internacionales que consideran a este país pionero al incluir los planes ante desastres en el concepto de desarrollo sostenible.
Cuba dejó atrás un fin de semana de intercambios provechosos sobre las lecciones asimiladas en el tratamiento de los peligros, estimación de riesgos y adopción de decisiones certeras ante probables desastres naturales.