Por: Roberto Morejón
Evo Morales, líder indígena y presidente que ha conducido a Bolivia hacia el éxito económico y los avances sociales, reafirmó en La Habana admiración por Cuba y su proyecto de desarrollo, impresión que los locales pudieron reciprocarle.
El Primer Mandatario del Estado plurinacional de Bolivia realizó una visita oficial a Cuba la semana pasada, en la que recibió muestras de respeto y solidaridad por su trayectoria sindical, social y gubernamental.
El modesto dirigente de masas recibió la Orden “José Martí”, la más alta conferida por el Consejo de Estado, en correspondencia con sus méritos y abnegación por la causa de los más humildes de su tierra, entre los que sobresale la mayoría indígena.
Recibido por el presidente Raúl Castro, saludado por otros dirigentes y el pueblo y entrevistado por la televisión nacional, Evo hizo un alto en su labor en la nación del altiplano para confraternizar con sus amigos cubanos, incluyendo el líder histórico, Fidel Castro.
La visita fue útil para intercambiar ideas sobre la realidad de América Latina y acordar nuevas áreas de cooperación que hasta ahora ha sido muy valiosa.
Además de sus progresos económicos y para atenuar las agudas diferencias de ingresos en un país donde hasta 2006 prevaleció el neoliberalismo, Bolivia se caracterizó en los últimos diez años por aumentar la cantidad y calidad de servicios básicos.
Cuba tiene una contribución en esos progresos, pues la brigada médica, integrada hoy por poco más de 700 profesionales, atendió en una década a más de 63 millones de personas y salvó más de 70 mil vidas.
En Cuba se graduaron 4 mil 732 médicos bolivianos quienes en su mayoría pasaron a trabajar a los lugares más apartados del altiplano, con un concepto altruista del ejercicio de esa profesión.
Con el programa de oftalmología Operación Milagro, encabezado por especialistas cubanos, miles de pacientes bolivianos recobraron la visión o mejoraron sus padecimientos.
Los sectores de menos recursos también se han beneficiado con el método cubano de alfabetización “Yo sí puedo” y “Yo sí puedo seguir”, de gran importancia para elevar su nivel cultural.
Tanto la población como el gobierno y el propio Presidente de Bolivia manifiestan con frecuencia su gratitud hacia Cuba, país que, según acaba de expresar el líder indígena, “siempre ha sido fuente de inspiración”.
Evo Morales, quien recuerda gratamente sus múltiples visitas a Cuba desde su etapa de dirigente laboral, se erigió en un genuino representante de su pueblo, los indígenas, mineros, obreros y los movimientos sociales.
Su sabiduría innata y el arte para rodearse de colaboradores competentes y consagrados, también le merecen el más cálido enaltecimiento.