Tensa espera de resultados electorales en Perú

Editado por Maria Calvo
2016-06-07 10:28:52

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por María Josefina Arce

Los dos candidatos neoliberales que se disputan la presidencia de Perú, Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori, aguardan con tensión los resultados de la segunda vuelta de los comicios, que arrojaron en principio una mínima diferencia a favor del primero, pero que disminuye a medida que avanza el conteo de los sufragios.

En realidad es incierto decir en estos momentos cuál de los dos aspirantes ocupará la jefatura de Estado, si bien para la mayoría de los peruanos esto no resulta de una trascendental importancia debido a la similitud de ambos programas, que privilegian las políticas más conservadoras desde el punto de vista económico, social y en materia de política exterior, sobre todo hacia la región.

Kuczynski, a quien llaman “el gringo”, tanto por su acento como por su afinidad con la línea ideológica trazada desde Washington, se mantiene a la cabeza en el escrutinio, pero sólo lo separan de su rival unos 60 000 votos, diferencia que es reversible cuando están por contabilizar unas 850 000 boletas de residentes en el país y en el extranjero, la mayoría de éstos en Estados Unidos.

Falta también la revisión de numerosos votos que fueron cuestionados y serán objeto de análisis.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Procesos Electorales, sólo dentro de unas 48 horas se darán resultados definitivos en esta inédita contienda, donde participaron dos fuerzas de ideas semejantes que recibieron prácticamente igual número de seguidores, lo que significa que ninguno fue capaz de convencer a la mayoría de ciudadanos.

Si bien Keiko Fujimori, hija del expresidente del mismo apellido que guarda prisión por graves violaciones a los derechos humanos y corrupción, marchó durante mucho tiempo como favorita en la intención de voto, su situación se complicó, sobre todo por el oscuro pasado de su formación política, Fuerza Popular.

El ex secretario general de ese partido, Joaquín Ramírez, y el compañero de fórmula de Keiko, José Chlimper, se vieron salpicados por escándalos de presunta corrupción. Además hay una evidente fractura entre las fuerzas que buscan hacer retornar el fujimorismo al poder en la nación andina, como lo demuestra el enfrentamiento entre Keiko y su hermano Kenji, quien mantiene sus aspiraciones de disputar la presidencia en los próximos comicios.

De mantenerse la mínima ventaja de Kuczynski, no le resultará fácil gobernar porque tendrá un parlamento en contra, donde solo logró 18 diputados ante la aplanadora de Fuerza Popular, que alcanzó 73 de los 130 legisladores.

Perú enfrenta grandes retos en los años venideros, entre ellos la inseguridad, el desempleo juvenil, el crecimiento del sector informal en el mercado laboral y el alza de los conflictos sociales desatados por la marginación y la pobreza.

Lamentablemente ninguno de estos problemas figura como prioridad en el plan de gobierno de Kuczinski y Fujimori, quienes abogan por la privatización de los recursos naturales a favor de las transnacionales, otorgar mayores ventajas al sector empresarial y dejar en manos del capital privado el manejo de la economía. Como decíamos en anterior comentario, no hay ninguno de los dos que sea mejor que el otro, o aunque sea, que resulte menos malo.



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