Por: Roberto Morejón
La nutrida delegación de la sociedad civil cubana presente en los foros paralelos de la octava Cumbre de las Américas en Perú, estableció rápido vínculo con sectores locales dada la histórica relación de hermandad entre ambos pueblos.
Desde la patria de José Carlos Mariátegui viajó a Cuba el héroe peruano Leoncio Prado, quien combatió muy joven en la Guerra de los 10 años iniciada en mil 868 contra el colonialismo español.
Después del triunfo de la Revolución Cubana en varias ocasiones se manifestó el pueblo de la mayor de las Antillas muy solidario con su homólogo de la nación andina ante situaciones difíciles.
El largo historial de la colaboración cubana en Perú tuvo uno de sus hitos en mayo de mil 970, cuando ese último país padeció un terremoto de 7,9 en la escala de Richter, con la muerte de más de 70 mil personas.
Ante la devastación causada más de 150 mil cubanos, incluyendo el líder histórico de la Revolución Fidel Castro, donaron sangre para ayudar a atender a los heridos en gesto cálidamente apreciado por los socorridos.
A pesar de que no existían relaciones diplomáticas entre los dos países, Cuba organizó ocho vuelos para trasladar materiales junto a una brigada de médicos y enfermeras, además de entregar cinco hospitales rurales.
Durante la tragedia de 2007 por una sacudida telúrica en la región de Pisco, al suroeste de Lima, otras brigadas médicas cubanas acudieron en auxilio de los damnificados.
De nuevo ocurrió otro desastre natural en Perú, esta vez a inicios de 2017, por prolongadas y copiosas lluvias que inundaron territorios costeños.
Profesionales cubanos de la salud se hicieron presentes en Perú previa aprobación del gobierno, al que el presidente Raúl Castro envió entonces un mensaje de condolencias y solidaridad.
Los expertos remitidos por la mayor de las Antillas pertenecían al prestigioso Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve y también atendieron a personas contagiadas por una epidemia de dengue.
En reciprocidad, el gobierno peruano desplazó a La Habana por vía aérea un cargamento de materiales para levantar viviendas temporales luego del azote a 13 de las 15 provincias cubanas del huracán Irma en septiembre de 2017.
Debemos subrayar la gratitud de familias peruanas de escasos recursos por las becas otorgadas por Cuba para el estudio de sus hijos en escuelas de Medicina de La Habana y otras ciudades, donde se graduaron dos mil 500 alumnos.
Cubanos y peruanos como constructores de sociedades más prósperas tienen razones para confraternizar ahora que una delegación numerosa de antillanos participa en foros de la Cumbre de las Américas.
