por Nicanor León Cotayo
La ultraderecha de ese origen está conspirando para sabotear el auxilio que reciben cuando llegan a ese territorio.
Lo vienen haciendo desde hace meses bajo el comando del senador Marco Rubio y del legislador Carlos Curbelo.
Y no han disimulado su trama, pues la presentaron en la Cámara de Representantes como proyecto de ley que corta la ayuda federal a inmigrantes cubanos.
Según escribió este miércoles Nora Gámez Torres, periodista de El Nuevo Herald, la propuesta “gana apoyo”.
Añadió que su intención de eliminar el acceso automático de esos viajeros a programas de amparo federal “cuenta ya con 125 patrocinadores”.
Todos los legisladores de origen cubano brindan su aval a esa maquinación, así como los presidentes de comisiones de la Cámara baja.
Entre ellas, Apropiaciones, Seguridad Interna, Presupuesto y Servicios Financieros.
“Es un número altísimo de co-autores y no tengo dudas de que lo suscribirá una mayoría bipartidista”, “declaró Curbelo al Nuevo Herald.
Fue el 16 de enero último cuando junto a Marco Rubio presentó su ante-proyecto en el Capitolio.
Tal documento no solo busca eliminar el acceso automático ya mencionado, también el plan de reasentamiento para “refugiados.”
¿Dudosa excusa? Acabar con los abusos de quienes llegan y proteger a los contribuyentes.
Por ironías de la vida, casi al mismo tiempo una investigación de la Universidad de la Florida dio a conocer que gran parte de los cubanos radicados en Miami apoya finalizar “el embargo”.
En ese contexto, especialistas recordaron que a la mayoría de los inmigrantes de otras nacionalidades que llegan a costas floridanas “les toma años” obtener alguna ayuda.
Pero la nota más sensacional, desde que presentaron la iniciativa del 16 de enero último, hasta ahora, corrió a cargo del senador Rubio.
¿Motivo? Por primera vez admitió implícitamente que el viejo cuento de los refugiados cubanos es, en lo esencial, una farsa.
¿Qué se atrevió a declarar textualmente?
“Es particularmente indignante cuando, a los individuos que dicen estar huyendo de la represión en Cuba, se les da la bienvenida y se les permite acogerse a la asistencia federal por su difícil situación”.
(…) Sólo para verlos a menudo regresar al mismo lugar del que decían estar huyendo”.
O sea, que una intriga recorre Miami contra cubanos que llegan a su territorio, la jugarreta Rubio-Curbelo, para dejar aún más precario su destino.