Nacido en Lisboa, el 30 de abril de 1949, el político y diplomático António Gueterrs fue propuesto en febrero pasado por el gobierno de Portugal como aspirante al cargo, argumentando la convicción de que Guterres reúne la totalidad de los criterios y la experiencia necesarios para ocuparlo.
Desde su adolescencia sobresalió en los estudios, y se graduó de ingeniero Electrotécnico en 1971, en el Instituto Superior Técnico de Lisboa.
Calificado de ferviente católico y buen orador, compartió su educación universitaria con labores sociales en los barrios pobres de la capital portuguesa, y en 1974 se unió al Partido Socialista, tras la Revolución de los Claveles, que puso fin a varias décadas de dictadura.
En 1976 resultó electo diputado en las primeras elecciones democráticas que siguieron a la Revolución, y después de una activa vida política se convirtió, en 1992, en el Secretario General del entonces opositor Partido Socialista, al cual guió a un triunfo electoral que lo llevó al puesto de Primer Ministro en 1995.
Reelecto en 1999, año en el que fue nombrado presidente de la Internacional Socialista -durante el XXI Congreso, celebrado en París- lideró en 2000 el Consejo Europeo, y dimitió en diciembre de 2001 como Primer Ministro, cuando afirmó que con su decisión buscaba evitar "un pantano político" en su país.
Guterres se desempeñó entre 2005 y 2015 en el puesto de alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, oficina en la que impulsó una reforma, dirigida a reducir costos administrativos y ampliar su capacidad de respuesta ante el fenómeno de los millones de seres humanos refugiados y desplazados internos.
En el proceso de elección del próximo Secretario General de la ONU, expuso su visión del cargo y prioridades en la Asamblea General, donde en abril de este año intercambió criterios y respondió preguntas de representantes de los Estados miembros, organizaciones regionales y la sociedad civil.
De acuerdo con el político de 67 años, urge potenciar la cooperación internacional para resolver los problemas globales, objetivo en el cual defendió el papel de Naciones Unidas, como un actor efectivo del multilateralismo.
Asimismo, consideró clave comprender la naturaleza cambiante de los grandes desafíos de la humanidad, entre ellos la paz, la reducción de la pobreza, la lucha contra el cambio climático y el combate al terrorismo.
El ex primer ministro abogó además por el protagonismo de la prevención, bajo la tesis de que el mundo gasta muchos más recursos y energías en enfrentar las crisis que en evitarlas.
Poco después del anuncio de su propuesta por el Consejo de Seguridad, el 6 de octubre, Guterres agradeció la designación y expresó su compromiso con las personas más vulnerables en el planeta.
En 1998 enviudó, matrimonio del que tiene dos hijos (Pedro y Mariana), y volvió a casarse en 2001.
Diplomáticos de varios países celebraron aquí la victoria de Guterres en la carrera para encontrar al sustituto del sudcoreano Ban Ki-moon, por su experiencia y personalidad.
Ban calificó al político portugués de una gran opción, mientras el presidente del Consejo de Seguridad este mes, el embajador ruso Vitaly Churkin, destacó su habilidad para escuchar a todos y conversar con todos.
También los representantes permanentes de Estados Unidos, Samantha Power; y Reino Unido, Matthew Rycroft, resaltaron la nominación, al considerar sus condiciones para liderar a la organización de 193 países.