Fidel vive también en el corazón de los argentinos

Editado por Maria Calvo
2016-12-01 10:16:15

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El imperio está en problemas, no murió Fidel, nacieron millones de Fideles, en Cuba y en el mundo. Hoy Cuba surge desde el dolor y el amor con más fuerzas que nunca, Fidel está en el corazón, “Yo Soy Fidel” coreaba una multitud asumiendo la responsabilidad en la Plaza de la Revolución.

Mientras en Buenos Aires era incesante la fila que aguardaba para ingresar a la Embajada de Cuba y dejar su firma en el libro de condolencias abierto, un momento culminante de ello fue cuando se presentó la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Por la tarde, coincidiendo con el horario en el que se desarrollaban los actos en la Plaza de la Revolución, un gran número de organizaciones políticas y sociales participaron en un acto común en el obelisco porteño, centro neurálgico de la ciudad de Buenos Aires.

Acto en el que primó la unidad, todas las fuerzas acordaron que solo hubiera un orador, Armando Guerra, responsable del ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos) para el Cono Sur, quien se encuentra en Argentina tras haber participado del XV Encuentro de Solidaridad con Cuba que se llevó a cabo durante el fin de semana pasado.

Sensaciones extrañas y cruzadas, emoción y compromiso, la multitud mayoritariamente jóvenes, cantaba consignas recordando al Fidel invencible, al hombre que no solo interpretó el sentir de un pueblo sino que se fundió en él, en una comunión de ideas y acciones sin fronteras, logrando lo que nadie, ni ningún país lograra, dignificar a los irredentos y construir una nación libre, sin analfabetos ni hambrientos, con los índices de mortalidad infantil más bajos del mundo, con la densidad de médicos por habitantes más grande, con un sistema de salud eficiente y para toda la población, una sociedad que no pudo ser penetrada por el flagelo de la droga, un pueblo decidido a mantener sus conquistas con las armas en la mano de ser necesario y no rendirse jamás, un pueblo también decidido a compartir lo que tiene y no a dar lo que le sobra. Ejemplos sobran.

Fidel, la figura que se agiganta a cada momento, su prédica caló hondo, no solo en su Cuba, sino en todos los que aspiran a construir un mundo mejor, algo que demostró es posible, fue recordado aquí también, al Sur del Sur, mostrando que Argentina y Cuba, que ambos pueblos, comparten la historia, no solo porque José Martí haya sido cónsul argentino en EE.UU, o que el joven Ernesto Guevara se convirtiera en el “Che” en tierras cubanas, sino porque los une el ideario que el Comandante en Jefe llevara adelante.

Un 25 de noviembre Fidel se embarcó en el Granma para iniciar la última etapa de la epopeya libertadora de la Mayor de las Antillas, otro 25 de noviembre vuelve a embarcarse para construir la definitiva independencia, unidad e integración del continente, porque son millones los que adhieren a su pensamiento, que Armando Guerra en su discurso sintetizó al recordar la definición de Fidel sobre la revolución

“Revolución es sentido del momento histórico, es cambiar todo lo que debe ser cambiado, es igualdad y libertad plena, es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos.

Es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos, es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional, es defender los valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio, es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo, es luchar con audacia, inteligencia y realismo, es no mentir jamás ni olvidar principios éticos, es conciencia profunda, de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.

Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”



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