Por: Hilda Lidia Guerra
Natalia Bolívar a sus ochenta años no abandona sus collares y creencias en la religión afrocubana. Museógrafa, escritora, etnóloga, recuerda al líder histórico Fidel Castro en entrevista exclusiva para Radio Habana Cuba.
Yo conocí a Fidel en el primer Consejo de Ministros que hubo al triunfo de la Revolución. En ese entonces yo dirigía el Palacio de Bellas Artes y me encontraba en esa reunión para hablar sobre los problemas que presentaba el museo durante el proceso de remodelación, como el pago a los trabajadores, que yo se lo había estado pidiendo al Banco Pedroso que eran tíos míos. Fidel inmediatamente me dijo que sí, que me asignaba el dinero y que después él visitaría el lugar.
A los días se apareció Fidel en Bellas Artes y estuvo toda la noche reunido con nosotros y con algunos artistas, como Rita Longa la escultora, para explicarle todo el proyecto que había para la constitución del museo.
Hay muchas cosas que contar sobre él (Fidel) y teníamos una buena relación, inclusive yo le solicité la casa de Ferrara para convertirla en el Museo Napoleónico, que como sabemos fue declarado el museo con la mejor colección de Napoleón Bonaparte fuera de Francia.
También recuerdo sus encuentros con los integrantes del Directorio Revolucionario en mi casa, eran reuniones intensas pero disciplinadas y siempre al término de las mismas se quedaba para hablar sobre arte y siempre me daba consejos, de ahí salió la base de la UNEAC, de la futura UNEAC.
“Fidel Castro nos enseñó a creer, a tener fe”, así nos lo expresó Natalia Bolivar, la autora del libro los Orishas en Cuba.
Yo me dediqué a escribir libros sobre la religión afrocubana que la aprendí de mi nana negra Isabel Cantero, quien fuera hija de esclavos que tenía mi familia. Después pasa mucho tiempo y se presenta ese Boom que fue los Orishas en Cuba y en ese momento el jefe de los asuntos históricos del Comité Central y primo mío, Pedro Alvares Tabío, me dice “oye dice Fidel que por qué no le mandas un libro Orishas” y se lo mandé y se lo dediqué. Al tiempo me encontré con él y me dice “¿oye Natalia por qué hace tiempo que no nos vemos?” y dice él “pero yo recibo todos tus libros” y le digo “Sí porque yo te los mando con Pedro”.
Fidel es irrepetible y no hay palabras que lo puedan definir como líder mundial que ha sido y con su proyecto humano, que en otros países matan a los indios, a los negros. Él fue un hombre muy humano y la definición de su persona la han dado en estos días los dirigentes del mundo entero y el pueblo cubano.
Fidel Castro, audaz intelectual, siempre atento al quehacer artístico y literario de los cubanos, sus ideas permanecerán intactas en nuestro pueblo.