El legendario pianista cubano Chucho Valdés negó que el jazz sea un género elitista, y aseguró que arrastra mucho público pese al auge de otras expresiones más comerciales, como el reguetón.
'El jazz es la música del mundo, no debemos compararla con otras menos analíticas, más comerciales', aseguró Valdés a Prensa Latina, poco antes de su concierto junto al bajista Christian McBride y el trompetista Terence Blanchard.
Ganador de varios premios Grammy y guía espiritual de generaciones de jazzistas cubanos, Chucho destacó la convocatoria de eventos como el Jazz Plaza, cuya edición 32 comienza hoy en La Habana.
Al respecto, McBride reivindicó la esencia folclórica del jazz, reconoció que se enamoró de subgéneros como el blues y el soul justamente porque nacían del pueblo, y señaló que el jazz precisa inteligencia, pero sobre todo exige alma y corazón.
Blanchard, profesor del Thelonious Monk Institute, recordó que el jazz surgió de un dolor y sufrimiento popular tan profundo que las palabras no podían expresarlos, y destacó sus vínculos con las luchas por los derechos civiles en Estados Unidos.
Además, recordó que su mentor Artie Kane le enseñó a nunca tocar por encima ni por debajo de su público, si no siempre directo, y esa virtud del jazz de ser honesto aunque duela, echa por tierra cualquier supuesto elitismo.