El 4 de septiembre de 1997, un atentado terrorista en el Hotel Copacabana, en La Habana, provocó la muerte del joven italiano Fabio Di Celmo. El horrendo suceso fue perpetrado por el salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, quien confesó haber actuado bajo las órdenes de Francisco Chávez Abarca, mano derecha de Luis Posada Carriles.
El mercenario colocó varios artefactos explosivos en hoteles de la capital cubana. Las explosiones provocaron cuantiosos daños materiales también en los hoteles Tritón y Chateu-Miramar, así como en la Bodeguita del Medio. Durante el juicio se comprobó que los atentados fueron organizados por la Fundación Nacional Cubano Americana y su autor principal fue Luis Posada Carriles.
Este confeso y connotado terrorista internacional, luego de los terribles hechos, confesó con total cinismo al periódico The New York Times: “Es triste que alguien haya muerto, ese italiano estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado”. El criminal declaró “no tener remordimientos por tantas víctimas sobre su conciencia”; y dijo: “Duermo como un bebé”.
El jueves 4 de septiembre de 1997 el joven italiano de 32 años Fabio Di Celmo fue víctima de la ola de terror financiada desde territorio norteamericano contra Cuba. En su habitación del habanero hotel Copacabana, Giustino Di Celmo, padre del joven, escuchó la detonación de la bomba que arrancó la vida de su hijo.
Desde entonces, Giustino, quien murió en Cuba el 1ro. de septiembre de 2015, dedicó los últimos años de su vida a luchar por la justicia, para que el asesinato de Fabio no quedara impune.
Bajo la permanente tristeza y el dolor, Giustino Di Celmo, veterano de la Segunda Guerra Mundial, luchador antifascista y hombre de paz, determinó vivir definitivamente en el territorio cubano, y destinó su tiempo y su fuerza a la denuncia de los actos terroristas contra nuestro país desde las más diversas tribunas.
Hace veinte años, Fabio Di Celmo se convirtió en víctima de la campaña de terror organizada y financiada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) contra instalaciones turísticas en La Habana.
Durante más de medio siglo, el terrorismo contra Cuba arrancó la vida de alrededor de tres mil 500 víctimas. Desde el triunfo de la Revolución el 1ro.de enero de 1959, la Isla fue objetivo de numerosos ataques terroristas, que junto con el bloqueo económico, comercial y financiero, han tenido como fin desestabilizar el país y acabar con más de cincuenta años de historia de soberanía y resistencia.
El joven turista italiano Fabio Di Celmo fue la víctima mortal del atentado terrorista que, organizado y financiado por criminales de largo expediente al servicio de la CIA, tuvo lugar el cuatro de septiembre de 1997.Una esquirla metálica apagó la vida de Fabio, un joven lleno de sueños y esperanzas.
El hecho se inscribe en la larga relación de aborrecibles crímenes auspiciados y ejecutados por la mafia terrorista en Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia.
Fuente: JRebelde / Angélica Paredes.
