Por: Oscar Figueredo Reinaldo
La Habana, 7 (RHC) Para quienes practican su oficio, torcer es un arte. La experiencia de elaborar un puro cubano va más allá de saberse como los hacedores del mejor tabaco del mundo. La chaveta y un pequeño tablero no se detuvieron en ningún instante, más bien, parecieron cómplices del debate que ocupó una de las galeras de la Fábrica Partagás, en La Habana.
Las tradicionales lecturas de tabaquerías fueron esta vez diferentes y cientos de trabajadores intercambiaron sobre el salario, la ley de protección animal y otros tantos temas definitorios para una nación que se construye también desde sus manos.
El primer punto que suscitó comentarios fue el relacionado al capítulo II sobre las relaciones internacionales.
Al respecto, Bárbara Hernández, directora de la entidad expresó que lo planteado en el capítulo es coherente con nuestra historia y con los principios en que nos ha educado la Revolución.
“Creo que ese espíritu de solidaridad y hermandad uno de los valores que se deben mantener. Somos un país valiente y nunca hemos cedido a imposiciones externas y creo que eso es cardinal en nuestro proyecto de constitución”.
No muy lejos de la primera fila donde liar las hojas de la tripa, prensarlas y colocar el capote es tarea habitual, Ada Soroa abogó por la protección de los animales y el medio ambiente, recalcando que necesitamos leyes que permitan la concientización sobre estos temas y mayor rigor contra los que las incumplan.
A su vez, sugirió que se incluya en la nueva Carta Magna una ley en defensa de los animales. “Aunque son seres diferentes a nosotros merecen respeto y un trato digno. Cuando una sociedad evoluciona tiene que respetar a los demás y al medio ambiente que lo circunda. Los animales son víctimas de maltrato que van desde la sobreexplotación hasta el abuso intencionado de varios individuos”.
En este sentido propuso agregar en el capítulo III referente a los Derechos Sociales, Económicos y Culturales luego del artículo 86 lo siguiente: El estado reconoce y protege a los animales como seres sensibles, cuyo bienestar es inseparable del de los seres humanos por lo que se le debe garantizar un trato ético y humanitario”.
El Estado protege el medio ambiente y los recursos naturales del país. Reconoce su estrecha vinculación con el desarrollo sostenible de la economía y la sociedad para hacer más racional la vida humana y asegurar la supervivencia, el bienestar y la seguridad de las generaciones actuales y futuras.
Sin levantar la mirada, el torcedor corta la capa con una guillotina, la enrolla y termina el habano sellando la hoja con una resina incolora e inodora, así transcurre el tiempo y llegan nuevas propuestas a la mesa.
Maritza Pérez enfatizó en la importancia del salario en correspondencia a lo que establece el artículo 76 y la correlación que debe existir entre el trabajo aportado y la remuneración. “Tenemos que lograr que este cumpla su función en nuestra sociedad, que va desde la satisfacción de las necesidades personales hasta como mecanismo efectivo para la motivación para elevar la productividad en nuestros centros”, acotó.
Todas las personas reciben el mismo salario por trabajo de igual valor.
En la actualidad, la mayoría de los torcedores cubanos son mujeres, que demuestran la habilidad y fuerza de sus manos en las fábricas de la isla.
Al disertar sobre la relevancia de la planificación, Ivet Carnet advirtió que esta debe jugar un rol central en las empresas. “Hay que planificar, y planificar bien. Actualmente tenemos falta de insumos y materias primas por una deficiente planificación. Se debe exigir además el cumplimiento de los contratos”, resaltó.
La planificación socialista constituye el elemento central del sistema de dirección del desarrollo económico y social. Su función esencial es proyectar el desarrollo estratégico y armonizar la actividad económica en beneficio de la sociedad, conciliando los intereses nacionales, territoriales y de los ciudadanos.
Más adelante, Roger Ballar, director adjunto de la entidad dijo estar satisfecho por lo planteado en nuevo texto constitucional referente a la autonomía empresarial, pero señaló que esta debe definirse mejor, pues en la actualidad a pesar de las prerrogativas dadas en este sentido “hay que seguir mirando mucho para arriba y a veces se limita el uso adecuado de los propios recursos que tiene el centro”.
La ley regula los principios de organización y funcionamiento de la empresa estatal socialista.
Mientras la pila de tabacos crece bajo un calor disipado a medias por los ventiladores del techo, Andrea Mercedes Quiala expresó no estar de acuerdo con que el matrimonio sea la unión efectiva entre dos personas como lo propone el actual proyecto constitucional pues “A pesar de los avances culturales de nuestro país, Cuba no está lista para este paso, aunque no me considero una persona homofóbica”, dijo.
Sobre este mismo tema, otro de los participantes recordó la vinculación existente entre este artículo y el 40 que plantea que todas las personas son iguales ante la ley y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, orientación sexual u otra índole.
Por su parte, Luis Delfín Rojas opinó no estar de acuerdo con lo enunciado en el artículo 122 que limita a sesenta años la edad máxima para ser elegido como Presidente de la República en un primer período pues, “sobran ejemplos en nuestro país y en el continente de personas que aún mantienen excelentes condiciones físicas y mentales para ejercer el cargo”.
Se exige además tener hasta sesenta años de edad para ser elegido en este cargo en un primer período
Dicen los que más saben, que el arte de torcer, envasar y presentar tabacos confeccionados a mano apenas se ha modificado en los últimos dos siglos y, según los expertos, conocerlo es parte del acto del buen fumar. (Fuente: Cubadebate)