Fotos / RHC / Abdala
Por: Mireya Ojeda cabrera
Cienfuegos, Cuba.- En sus propias viviendas son vacunados con Abdala los pacientes encamados y otros que, por diversos motivos no pueden llegar a los vacunatorios AntiCovid-19, como parte de Sistema de Salud de Cuba, el cual nunca deja desamparado a nadie.
Llevando el inmunógeno contra el SASR CoV-2 para una veintena de pacientes vemos por el reparto de Playa Alegre a una joven Doctora, Sandra Sobrino Moya, residente de Medicina General Integral, del Consultorio del Médico y la Enfermera de la Familia No. 3, en el reparto Las Minas perteneciente al Área II de la Perla del Sur.
“Por la lejanía, y por sus enfermedades, argumenta, no pueden caminar esas distancias largas y nosotras venimos a las casas. Preparamos el material para ayudar a los encamados y demás personas, para que no se vaya a quedar nadie sin su vacuna.
“Nos han ido notificando ¡Mira! este paciente no puede venir, por tales razones y nosotros lo anotamos. Allá en el consultorio tengo a mi enfermera y a estudiantes de Medicina muy capacitados para que no se pare el proceso de vacunación, se va a continuar”.
La Doctora Sandra cuenta una anécdota
“Un paciente, refiere, se ponía nervioso cuando yo le tomaba la presión para decidir si se vacunaba y siempre le daba la presión alta. Yo le decía.- Así no puede ser, espera otro poco y el esperaba y ¡qué va! estuvo como dos días que no se pudo vacunar.
“El tercer día viene con su nieta, que es médico y ella me decía.- Doctora, ya le di sicoterapia, a ver si lo podemos vacunar, y gracias a Dios, tenía la presión bien, pero esa expresión que tuvo él cuando yo le dije.- Ya te puedes vacunar. ¡Hay Doctora al fin! Eso fue muy bonito”.
Foto / RHC / Mireya Ojeda
Para Leanilis Rodríguez Díaz, la enfermera acompañante significa un gran logro: “Me da mucha alegría poder visitar a estos pacientes para que no se queden sin sus vacunas, ya que son personas, tan vulnerables.
“Nos agradecen, incluso hasta lloran cuando están en el proceso de inmunización antiCOVID-19, porque es algo grande para nuestro país. Estamos muy contentas de que hoy podamos visitar a estos pacientes y que se puedan vacunar”.
Me despedí del médico y la enfermera, para quienes como todo el personal de la Salud Pública no hay descanso diariamente, ni sábados, ni domingos, aplicando la vacuna de producción nacional Abdala en sus tres dosis, que muestra un 92,28 por ciento de eficacia, y como asegura la Doctora Sandra Sobrino: “Como yo digo en mi casa es por un bien mayor para ayudar al pueblo”.