El Bárbaro del Ritmo demostró un estilo único que le mereció
integrar la lista de los cantantes cubanos más polifacéticos.
Foto: Archivo/RHC
Por Liz Arianna Bobadilla León
Amplio registro interpretativo, compositor innato, versátil, carismático y cubano, devienen calificativos indispensables para hablar de Benny Moré, icónico músico de la isla cuya voz permanece hoy en la memoria, a 102 años de su nacimiento (24 de agosto).
Conocido como El Bárbaro del Ritmo, Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez legó un vasto catálogo de guarachas, sones montunos, mambos, boleros y todas las sonoridades de la nación caribeña, matizadas por su voz de tenor inconfundible.
Instrumentista autodidacta, el nombrado también como el Sonero Mayor de Cuba, constituye uno de los referentes de la interpretación vocal en el continente americano, capaz brillar en escenarios de México, Brasil, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, Haití, Estados Unidos y Colombia.
Al formar parte del Conjunto Matamoros se abrieron las posibilidades del artista, que conoció algunos de los más célebres cabarets de la época, hasta aunar todo el potencial y fama alcanzado para formar su Banda Gigante, en 1953.
Música, improvisación y coreografías conformaban el espectáculo liderado por el Benny, quien con bastón en mano acaparaba aplausos y vítores, mientras a la par, su vida fuera de escenarios llevaba el sello de excesos que minaron su salud.
Fallecido el 19 de febrero de 1963, por cirrosis hepática, Moré dejó grabados en la memoria una veintena de composiciones originales, media docena de discos y temas popularizados hasta la actualidad como Bonito y sabroso, Santa Isabel de Las Lajas, Qué bueno baila usted y Camarera de mi amor.
Tres días antes de su último aliento, cantó como nunca, algunos cronistas señalaron la vitalidad de esa actuación, que vaticinaba el epílogo de su vida y su adiós a los escenarios de forma permanente.
El séptimo arte lo cogió en 16 producciones, rodadas durante la época de oro del cine mexicano, y la cinematografía de la mayor de las Antillas le rindió tributo en 2006, cuando el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos produjo la película El Benny, interpretado por el actor Renny Arozarena.
La efigie erigida en su honor, en su natal Cienfuegos, ostenta desde hace un par de meses el reconocimiento de la plataforma turística Tripadvisor, líder a nivel mundial en la industria del ocio, al ubicarla en el número 11 entre los 23 destinos de visita obligada de esa urbe cubana.
Ídolo de bailadores y amantes de la música cubana, El Bárbaro del Ritmo demostró un estilo único que le mereció integrar la lista de los cantantes de la isla más polifacéticos, y fiel a sus orígenes. (Tomado de PL)