Leonor Antonia de la Concepción Micaela Pérez Cabrera, había nacido el 17 de diciembre de 1828, en Santa Cruz de Tenerife. Foto: Prensa Latina
Por: Yoel Almaguer de Armas
La Habana, 19 jun (RHC) La madre, esté lejos o cerca de nosotros, es el sostén de nuestra vida, expresó el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, sobre su mamá, Leonor Pérez, quien cumple hoy 155 años de su desaparición física.
"Algo nos guía y ampara mientras ella no muere. La tierra, cuando ella muere, se abre debajo de los pies", escribió inspirado en Doña Leonor que sintió siempre adoración por su único hijo.
A las 5 y 30 de la tarde del 19 de junio de 1907 murió sentada en la sala de la casa de su hija Amelia, en la calle Consulado de La Habana, a los 78 años de edad.
Falleció viuda y desamparada totalmente de ayuda del gobierno, aunque por su deceso se decretó duelo oficial y el Ayuntamiento de La Habana sufragó los gastos del entierro.
Su nombre completo era Leonor Antonia de la Concepción Micaela Pérez Cabrera, había nacido el 17 de diciembre de 1828, en Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias españolas, y a los 15 años llegó a la capital cubana con su familia.
Aquí conoció al padre del Apóstol cubano, el sargento de artillería Mariano Martí y Navarro. Unieron sus vidas, se casaron en febrero de 1852 y fueron a vivir a los altos de la actual Casa Natal de José Martí, en la calle de Paula.
Hijo y madre no siempre tuvieron demasiado tiempo para verse, y las cartas suplieron ausencias y sustentaron las palabras de amor.
Un texto publicado por el Centro de Estudios Martianos evidenció que el primer manuscrito conservado de Martí fue una carta escrita a su Leonor el 23 de octubre de 1862, a la edad de nueve años y durante su breve estancia en el sitio conocido como Caimito del Hanábana.
En el artículo, el doctor en Ciencias Históricas Arnaldo Jiménez precisó que dicha misiva es la primera de la cual se tiene noticias, aunque resulta muy probable que desde allí Martí enviara otras, pero la historia solo conserva esta.
En ella, el Héroe Nacional de Cuba relató básicamente sus peripecias con un gallo fino y un caballo, describió el entorno campesino y le contó sobre las angustias por una picazón que apenas lo dejaba dormir en las noches.
Con la muerte de Leonor, quedaba atrás el dolor en el alma por la pérdida de su primogénito en 1895, de Don Mariano y varias de sus hijas.
Se tiene referencia del certificado de defunción, el cual informó que su muerte ocurrió a causa de inercia intestinal, el 19 de junio de 1907, seis meses antes de cumplir 79 años. (Fuente: Prensa Latina)