Formación Especial Eléctrica Ignacio Agramonte, de Camagüey. (Foto: Juan Mendoza)
Por Juan Mendoza*
Hasta Guantánamo, provincia de Cuba severamente afectada tras el paso del huracán Oscar, llega la Formación Especial Eléctrica Ignacio Agramonte, de Camagüey, para colaborar en las tareas de recuperación.
Abelardo Nieves Sánchez, director de la Unidad Empresarial de Base de Operaciones y Mantenimiento de la Empresa Eléctrica de Camagüey, explicó que el grupo está integrado por tres brigadas pesadas con equipos tecnológicos y carros de alto porte para laborar en terrenos montañosos y de difícil acceso, además de tres carros de servicio.
En total viajan a Guantánamo 42 hombres, de ellos 22 linieros, seis técnicos, un despachador, más los de logística y aseguramiento y del área de seguridad y salud en el trabajo, imprescindible esta última, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones adversas en las que se laborará, explicó Nieves Sánchez, con 15 años de experiencia en el sector e igualmente entre los que tienden su mano en el oriental territorio.
Foto: Juan Mendoza
La mayoría tiene experiencia, este contingente está conformado por personal bastante experto, y siempre incorporamos algunos nuevos porque es bueno que participen y se vayan adiestrando en estas tareas, comentó.
Aunque el liniero Rolando Conde Ronquillo en sus 34 años de desempeño en la Empresa ha prestado su ayuda para resarcir los daños dejados por una docena de ciclones, dice que cada uno de esos momentos vividos es diferente.
“Uno se adapta rápidamente a las condiciones del terreno, por muy difíciles que sean”, explica tras preguntarle por cómo asumirían las labores en zonas montañosas, acostumbrados ellos a las llanuras camagüeyanas. “Lo principal es la disciplina, porque hay que evitar accidentes. Esto es lo que quisimos estudiar, lo que nos gusta y siempre damos el paso al frente ante estos eventos”.
Añade Gleiner Soler Espinosa que cuando conocen del acercamiento e impacto de un fenómeno meteorológico “uno se prepara automáticamente, listos para cuando nos avisen”. En sus 23 años en la Unión Nacional Eléctrica la recuperación en Guantánamo será su sexta experiencia de este tipo.
Es jefe de un carro de servicio y al indagar por la familia que deja en casa, refiere que “saben que esta labor de nosotros es así. Donde la Revolución lo necesite ahí estamos”.
La trayectoria durante años de Rolando y Gleiner contrasta con la del joven Raúl Miguel Reyes Massague. Acumula menos de un lustro en la Empresa y esta será su primera vez como liniero en una zona afectada por un huracán. Sin embargo, igual que sus compañeros, comparte el sentido del altruismo, la responsabilidad y el cumplimiento del deber.
“La escuela de un liniero son los eventos meteorológicos”, dice este muchacho audaz, y asegura no tener miedo, “al contrario, estoy emocionado y ansioso de aprender cosas nuevas.”
Se califica como un amante de las alturas. Se desempeña en la brigada que atiende las líneas de 110 kv. “Mientras el linero cumpla todo lo que está establecido en cuanto a la seguridad no pasan accidentes”, afirma, y al aludir a la encomienda que tienen aseveró: “el pueblo es el que tiene que salir beneficiado”.
Camagüeyanos y cubanos como Abelardo, Rolando, Gleiner y Raúl llegan por estas horas a Guantánamo para extender sus energías en los lugares más afectados luego del tránsito por el este del país del huracán Oscar. Una vez más, la mano solidaria llega a quienes más lo necesitan.
Una vez más, la mano solidaria llega a quienes más lo necesitan. (Foto: Juan Mendoza)
*corresponsal de Radio Habana Cuba en Camagüey