La sociedad civil cubana hace un nuevo reclamo para que EEUU elimine
el bloqueo a la mayor isla de las Antillas. Foto tomada de CubaMinrex
Por Yilian González
Desde del venidero 20 de enero, EE.UU. tendrá una nueva administración, y la sociedad civil cubana reiteró, recientemente, en La Habana, la condena al bloqueo económico comercial y financiero que impone ese país a nuestro pueblo y exigió al presidente Joseph Biden el cese, además, de la eliminación de Cuba de la lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo.
En una carta dirigida al mandatario, más de 130 organizaciones, redes comunitarias y actores sociales afiliados a la ACNU, Asociación Cubana de las Naciones Unidas rechazaron el injusto cerco e insistieron en las nefastas consecuencias de esa ley que impacta en la educación, la salud, la producción de alimentos, las finanzas, el comercio, la cooperación internacional y en la inclusión de personas en situación de discapacidad.
La presidenta de la organización que representa a la sociedad civil cubana, Norma Goicochea Estenoz, al dar a conocer la misiva, afirmó que tanto el bloqueo como la inclusión de Cuba en la espuria lista contradicen las normas de coexistencia pacífica y civilizada entre naciones.
En coincidencia con este tema, recientemente trascendió un artículo de Magda Arias Rivera, doctora en Ciencias Económicas y profesora titular de la Universidad de La Habana, en el que se denuncian los efectos del bloqueo contra Cuba, registrado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos como el más completo, prolongado, arbitrario y dañino aplicado hasta hoy en el mundo.
En el texto "Ley de marcas robadas” de Estados Unidos, nueva espiral del bloqueo contra Cuba, la experta denuncia que desde hace décadas el país norteño utiliza instrumentos diplomáticos, jurídicos, acciones encubiertas de sabotaje económico, campañas de calumnias y difamación, así como cualquier medio que obstaculice las vías de acceso naturales y lícitas al desarrollo económico y social independiente de la mayor isla de las Antillas.
Para sobrevivir, Cuba, sin derecho a créditos o incluso con dinero, debe recurrir a tortuosos caminos e intermediarios para acceder a determinados productos, pagar precios de riesgo a sus proveedores y abonar más por conceptos de seguro, flete, comisiones y tasas. Ello eleva de manera sustancial y antinatural los costos de oportunidad y de transacción que deben ser cubiertos por una economía pequeña, abierta y con elevado nivel de obsolescencia, y muy limitado acceso a insumos, tecnologías y nuevos desarrollos.
La especialista insiste en el artículo que el bloqueo viola las bases y los principios éticos y jurídicos del derecho internacional y demuestra el desprecio de la clase política en Washington por la soberanía y la libre determinación de los cubanos, que sufren la violación de sus derechos humanos por varias generaciones.
También se advierte en el texto que las sanciones estadounidenses impuestas por el presidente Donald Trump (2017-2021) fueron mantenidas en lo esencial por su sucesor, Joseph Biden, quien aún con la autoridad suficiente para retirar la coercitiva medida se mantiene al margen, a pesar de que durante 32 años consecutivos la Asamblea General de las Naciones Unidas ha demandado su fin por el voto de la mayoría de sus miembros.