Por: Alfredo García Almeida*
Se dice, cuando se comprueba que una persona no es tan temible o desagradable, como se creía en un principio. “Mi estilo negociador es muy simple y directo. Apunto muy alto y luego presiono, presiono y presiono, hasta conseguir lo que quiero”, escribió, Donald Trump en su libro, “The Art of the Deal”, (El arte de la negociación), en 1987.
Trascendió que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, llamó por teléfono a su homólogo chino, Xi Jinping, a quien, habría invitado a asistir a su toma de posesión el próximo lunes. Aunque Xi declinó la invitación, poco después Pekín anunció que el representante del país asiático en el acto de Washington, será el vicepresidente, Han Zheng, interpretado como una señal de optimismo moderado por ambas partes.
“La llamada ha sido muy buena tanto para China como para Estados Unidos. Espero que resolvamos muchos problemas juntos. Hablamos de equilibrar el comercio, del fentanilo, de TikTok y de muchos otros temas. El presidente Xi y yo, haremos todo lo posible para que el mundo sea más pacífico y seguro”, resumió Trump en redes sociales. Según reveló Trump, ambos dirigentes hablaron sobre el cierre en Estados Unidos de la aplicación china, TikTok, el próximo domingo. El propio Trump, a pesar de que fue el impulsor en su primer mandato de este bloqueo, ahora se posiciona en contra de la ley bipartidista aprobada el año pasado para prohibir la plataforma.
Otro tema en la conversación de ambos líderes, fue la crisis de fentanilo, que ha provocado el consumo de drogas más mortífera en la historia de la nación norteamericana. Desde China salen hacia México los precursores químicos para fabricar el estupefaciente y luego los narcos mexicanos son quienes introducen el fentanilo por la frontera de EEUU. Xi y Trump se comprometieron, a luchar juntos contra esa macabra sucesión.
Según la agencia, Xinhua, ambos mandatarios habían discutido, “la crisis en Ucrania y el conflicto israelí-palestino”. Sobre Taiwán, Xi instó a Trump a “tener cautela”, porque “la cuestión de Taiwán está relacionada con la soberanía nacional y la integridad territorial de China”.
Xi y Trump, se comprometieron en “establecer canales estratégicos de comunicación y mantener contactos regulares, sobre los principales temas de interés común para los dos países”. El comunicado de Pekín también destaca: “Xi le dijo a Trump, que China y Estados Unidos podrían ser buenos amigos y socios”. Este mismo mes, Trump aseguró que había estado hablando con Xi, “a través de intermediarios” y añadió que ambos líderes “probablemente se llevarían muy bien”.
El pronóstico de los expertos, era el inicio de una inevitable guerra comercial. La batalla arancelaria que Trump desató en su primer mandato, seguido por la Administración, Biden, imponiendo aranceles adicionales y la inclusión de 75 empresas del país asiático en la lista negra de Washington, así como restricciones para inversiones estadounidenses en China, así lo presagiaba. Sin embargo, la conversación cumbre, puede haber sido una demostración de la estrategia trumpiana de “paz con fuerza”.