
Canciller cubano en Cumbre de la CELAC
Discurso pronunciado por el ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, en la Reunión Ministerial de la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Honduras, 8 de abril de 2025.
Delegados e invitados:
Expreso profundas condolencias a la República Dominicana.
Agradecemos a las autoridades y al pueblo de la República de Honduras por su cálido recibimiento. Felicitamos la organización de la IX Cumbre, tras un año de arduo trabajo de su Presidencia Pro Témpore.
Agradezco y reconozco los esfuerzos del Canciller Reina y el vice Canciller Gerardo.
Celebramos la novena Cumbre en un complicado escenario internacional, caracterizado por una renovada y peligrosa ofensiva imperialista, que busca rediseñar el sistema internacional y reactivar la aplicación de la Doctrina Monroe.
Frente a prácticas neocolonialistas que intentan reescribir la historia, reconfigurar la geografía o usurpar zonas de la soberanía nacional de algunos de nuestros países como el canal de Panamá, resulta crucial la preservación de la unidad regional y lograr que esta comunidad de estados siga siendo el espacio idóneo para la reafirmación de la identidad y cultura latinoamericanas y caribeñas y para la defensa de nuestros intereses comunes.
Ante un nuevo ciclo de amenazas y de imposición de medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional por parte del gobierno de los Estados Unidos contra países de América Latina y el Caribe ratificamos la urgencia de preservar la posición regional y avanzar en la integración por y para nuestros pueblos sin injerencia extranjera basada en el respeto, la igualdad soberana, la cooperación, la solidaridad, la buena voluntad y sobre todo la unidad en nuestra diversidad.
Temas relevantes para el trabajo futuro de la CELAC como la migración, el cambio climático, los pueblos indígenas y afrodescendientes, la seguridad alimentaria, la salud y la educación, figuran en los textos de la cumbre de la unidad de Cancún y en los de las ocho cumbres que han precedido a esta. También se encuentran lenguajes consolidados y de consenso histórico como los relativos por ejemplo al rechazo al bloqueo a Cuba y la exclusión del país de la lista de países patrocinadores del terrorismo. En nuestra opinión es importante otorgar prioridad al debate político en torno a los desafíos que enfrentamos como región y proyectar un llamado firme y unido a la instauración de un orden internacional más democrático, justo, equitativo y respetuoso de igualdad soberana de los estados basado en el ejercicio del multilateralismo y el respeto al derecho internacional.
Temas tan acuciantes como el de las políticas represivas, xenófobas y violentas contra nuestros migrantes en los Estados Unidos o las guerras de tarifas que se han impuesto al planeta, requieren el concurso de una posición sólida de Nuestra América que contribuyan a preservar los intereses y objetivos de nuestros pueblos y del llamado sur global.
Resultaría grave, preocupante y desfavorable que cualquier gobierno se proponga obligar a CELAC a hacer un retroceso histórico, que se pretenda forzar un retroceso en el acervo que se ha construido durante más de una década. En la CELAC, desde su origen, se acordó que el principio de toma de decisiones fuera el consenso, que quedó claramente establecido como el acuerdo general de todos, que no puede significar, siendo realistas, el que no existan diferencias. Sin embargo, no podría a juicio nuestro interpretarse el principio del consenso como la existencia de un eventual derecho deber.
Recuerdo que la primera copresidencia de la CELAC fue una copresidencia entre el presidente Hugo Chávez y el presidente Sebastián Piñera, que condujo a buen puerto la llamada cumbre originaria en Caracas y después la primera cumbre llamada así en Santiago de Chile. Tenemos procedimientos establecidos, asentados en la práctica, que permiten explicar las diferencias. Cualquier Estado miembro puede desasociarse de cualquier consenso en su conjunto, expresar reservas sobre párrafos, hacer declaraciones privadas y públicas en este sentido, inscribirse a pie de página en los documentos para resaltar cualquier diferencia o discrepancia.
Pero no se podría aceptar que un Estado miembro ignore el acervo de la CELAC y pretenda secuestrar el consenso construido antes y existente hoy. Nadie podría venir a una cumbre y tratar de convencerlo de que la Tierra es plana y que no hay objeto de consenso el que resulte redonda, o pretender imponer en una cumbre de la CELAC que el cambio climático no existe, que es una quimera inventada por científicos manipulados por países comunistas o socialistas. Nos parece muy importante hacer prevalecer la construcción histórica que tomó 200 años que construyera en un cuerpo institucional que es nuestra comunidad de Estados.
Quisiera expresar la trascendencia que para Cuba y para la CELAC tiene la realización del próximo foro CELAC-China en Beijing. Desde el acuerdo de la cumbre de La Habana en este sentido hasta la importante conferencia de Brasil y posteriormente desde Beijing, este foro ha demostrado que tiene importancia estratégica para nuestra región y utilidad práctica para avanzar en los objetivos de nuestros pueblos. Deseo respaldar la realización del foro y creo que trabajando todos unidos podremos así conseguir de manera que pueda mantenerse su realización el próximo 13 de mayo.
Considero que en este año también tendrá prioridad primero la reunión ministerial y después la cumbre CELAC-UE.
Deseo reafirmar el apoyo de Cuba al pueblo de Venezuela y a su presidente Nicolás Maduro Moros frente a los repetidos y fallidos intentos de reconocer el carácter legítimo de la institucionalidad venezolana y de aplicar medidas coercitivas unilaterales e ilegales.
Ratifico nuestro respaldo a la hermana Nicaragua y a sus co-presidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Todo nuestro apoyo y solidaridad al hermano Estado Plurinacional de Bolivia en la defensa de su soberanía contra la injerencia estadounidense. Mantenemos invariable compromiso con el logro de una paz estable en Haití y con la sostenida aspiración de un Puerto Rico libre e independiente. Apoyamos el legítimo derecho argentino de ejercer soberanía sobre las Islas Malvinas, Sándwich del Sur, Georgia del Sur y los espacios marítimos circundantes y los esfuerzos para consolidar la paz en Colombia a los cuales continuaremos contribuyendo.
Denunciamos de manera enérgica el genocidio perpetrado contra el hermano pueblo palestino y la complicidad de los Estados Unidos que brindan apoyo financiero, militar y logístico a Israel, la potencia ocupante. Es inaceptable permanecer en silencio ante la renovada agresión israelí contra Gaza, la muerte de más de 50.000 palestinos, entre ellos de más de 15.000 niños, o pretender desplazar de manera forzada a todo el pueblo de ese enclave.
Cuba ha enfrentado más de 60 años de genocida bloqueo económico, comercial y financiero con graves consecuencias humanitarias para nuestro pueblo.
Sus efectos se agravan con la arbitraria reincorporación de Cuba el pasado 20 de enero a la infame y unilateral lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo. Lo ocurrido muestra la inconsistencia e irracionalidad, falta de legitimidad de la conducta del gobierno estadounidense hacia Cuba. Deseo agradecer el sostenido histórico apoyo de la CELAC en este sentido.
La reciente ofensiva contra la colaboración médica cubana es otro elemento de la embestida estadounidense, orientada a privar de servicio de salud a decenas de millones de personas de sectores de bajos ingresos y que viven en lugares remotos. Pretenden ignorar el impacto en la vida de más de 12 millones de personas de 164 naciones de este ejemplo genuino de cooperación sur-sur absolutamente legítimo, coherente con el derecho internacional y la legislación de cada país participante. Desde Cuba, con toda modestia, seguiremos aferrados al deber martiano y al principio de que Patria es humanidad.
Deseo agradecer profundamente la firme posición de los líderes de numerosas naciones de la región que pese a las presiones han rechazado el inaceptable chantaje de Estados Unidos.
Nuestra América precisa del transparente y persistente compromiso con la unidad y la integración. Consolidemos a través de la CELAC la participación y liderazgo de la región en los foros bilaterales y en otros ámbitos de concertación.
Defendamos a América Latina y el Caribe como zona de paz y cada uno de los postulados de la proclama firmados por los jefes de Estado y Gobierno de la región como garantía para la convivencia pacífica, la soberanía regional, la solución pacífica de diferencias y el libre ejercicio de la determinación de nuestros pueblos.
Cuente la hermana Colombia con el más amplio apoyo de Cuba durante su presidencia pro témpore.
Cuba siempre defenderá la verdad en su aspiración de alcanzar un mundo más justo, equilibrado y pacífico.
Aunque queda mucho por hacer, quienes intenten someter y dividir a nuestros pueblos serán de cualquier manera los grandes perdedores en la batalla de América Latina y el Caribe por la dignidad y la paz.
Muchas gracias.
(Cubaminrex)