por Nicanor León Cotayo
Se trata de un polémico senador que cambia tanto de traje como de opinión. Arrastrando un turbio historial desde sus primeros trajines en Miami hasta que aspira a reelegirse en la Cámara alta.
Sobre esto último un experto encuestador de la Florida, Fernand Amandi, consideró que podría perder su carrera política.
Sergio Otálora, periodista de Diario las Américas, recordó que hace dos semanas Rubio afirmó que no se cruzaría en el camino con su amigo y colega Carlos López-Cantera.
O sea, que no actuaría como un rival del segundo en la puja por ganar o mantener el puesto.
Sin embargo, ahora distintas fuentes alertan que en noviembre Marco Rubio iría a la reelección.
Algunos se preguntan sobre sus reales posibilidades de éxito si el próximo 24 de junio, fecha límite para inscribir candidatos, decide correr el riesgo.
De acuerdo a un artículo del periodista Marc Caputo, que apareció en el sitio web Político, amigos de vieja data de los dos creen que, al final, Rubio no va a ser candidato.
Consideran que podría trasladarse al sector privado, debido a que (…) “el atractivo de un sueldo muy bueno va a pesar más que otro término en el Senado”.
El periodista Caputo citó a López-Cantera dirigiéndose a su amigo Marco para decirle: Debes volver a pensar el asunto de la reelección.
Según el mismo artículo, la mejor jugarreta consistiría en lo siguiente:
Rubio apuesta a mantenerse en su banca, gana, y después renuncia con la vista puesta en las presidenciales de 2020.
En ese momento, López Cantera saltaría al ruedo para lograr su escaño en el Senado.
La otra hipótesis retira su aspiración, brinda el apoyo al legislador floridano y lo presenta como candidato en 2018.
Para el ya citado encuestador Fernand Amandi, lo que sacó a flote la primaria republicana en Florida, que Marco Rubio perdió en 66 de los 67 condados, fue que su base “no era tan grande como él pensaba”.
Además, en distintas ocasiones durante su campaña varió de opinión, y ahora la interrogante es si le pasarán la cuenta por eso, se preguntó Amandi.
De todas formas, aunque resulte difícil de entender, los sondeos colocan a Rubio por encima de sus adversarios demócratas.
Pero aún no se sabe con certeza si quienes lo apoyaron en el condado Miami-Dade (el único que ganó en las primarias de marzo) lo harán después que respaldó a Donald Trump.
“La verdad es que no se entiende dónde cae Rubio con Trump”, indicó Amandi.
¿Motivo? Debido a que un día lo rechaza y al siguiente lo ama completamente.
Y para rematar, sentencia el investigador, llega a Orlando, Florida, con el Presidente al que ha fustigado durante seis años.
Sucedió cuando Barack Obama viajó hasta allí con motivo de la tragedia que el domingo último arrojó 49 muertos y 53 heridos.
Clásica actuación de un elefante político que usualmente se sostiene en una tela de araña.
(Tomado de CubaSí)