Por: María Josefina Arce
El 2019 es un año electoral en Argentina, un proceso que tendrá lugar en un complejo panorama marcado por la presencia en el país del Fondo Monetario Internacional y las políticas de ajuste decretadas por el gobierno del presidente Mauricio Macri.
Precisamente una misión del organismo internacional viajó en las últimas horas a territorio argentino para revisar las cuentas públicas del país, que el año pasado selló un millonario acuerdo de asistencia financiera con el FMI.
Esta es a tercera revisión del acuerdo pactado por 57 mil millones de dólares, del que ya la nación sudamericana recibió la mitad y que ha conllevado a fuertes recortes en subsidios y áreas esenciales como la salud y la educación.
De hecho durante el 2018 el pueblo argentino vivió el alza constante y desmedida de las tarifas de energía, agua y transporte, que provocaron fuertes protestas de la población.
Son muchos los argentinos que opinan que la nueva entrada del FMI profundizará la recesión en el país, traerá más endeudamiento, menos soberanía y más pobreza a la ya convulsa economía.
En medio de este panorama el actual mandatario buscará en octubre venidero la reelección, una aspiración que sin dudas, estará marcada por la caída de su aceptación entre los argentinos.
En tres años de gobierno se han derrumbado las expectativas económicas de la población, que ve con incertidumbre el futuro del país, donde la confianza de los consumidores está en su nivel más bajo y la producción industrial cayó un 15 por ciento a finales del pasado año.
La pregunta para muchos es si en este año electoral y con sus aspiraciones reeleccionistas, Macri será capaz de dictar nuevos ajustes para contentar el FMI y lograr la total liberación del préstamo acordado.
Tengamos en cuenta que según las informaciones en mayo habrá una nueva revisión del organismo financiero internacional.
Habrá que esperar también a que se definan los posibles contendientes, pues aunque, de acuerdo con una encuesta de diciembre último, un 55 por ciento dijo que busca un cambio de gobierno, todavía un 30 por ciento se pronuncia por la continuidad.
Si bien la oposición aún no ha definido sus posibles opciones, la expresidenta Cristina Fernández dijo que aspirará a la candidatura. Pero no se puede perder de vista que la figura de la ex mandataria está bastante desgastada por la campaña mediática en su contra.
Economía y elecciones son dos palabras que destacan hoy en el complejo panorama de Argentina, atrapada en las redes de un organismo conocido por sus políticas de ajuste que incrementan la pobreza y las desigualdades.
