Por: Pedro Martínez Pírez
Este lunes, 5 de agosto de 2019, los pueblos de Nuestra América deberían recordar lo dicho hace 190 años por el Libertador Simón Bolívar en carta al Encargado de Negocios de Inglaterra en Bogotá: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”.
Es impresionante la vigencia de esta afirmación bolivariana, en momentos en que el gobierno de los Estados Unidos ataca sin piedad al pueblo de Venezuela y recrudece el criminal bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba.
El fariseismo de la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina se pone de manifiesto cada día con las declaraciones y acciones de personeros como John Bolton, Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien encabeza la delegación estadounidense que asistirá este martes en Lima a la llamada Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, auspiciada por Washington.
Según la agencia española EFE existe la posibilidad de que también acuda a la cita de Lima el enviado de Estados Unidos para Venezuela Elliot Abrams.
Bolton y Abrams son dos de los altos miembros del gobierno del presidente Donald Trump que han liderado la estrategia imperialista para derrocar al mandatario venezolano Nicolás Maduro.
John Bolton, quien es un mentiroso empedernido, y uno de los personajes más reaccionarios del equipo de Trump, llegó a amenazar públicamente al presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, de recluirlo en la cárcel que Estados Unidos mantiene en la ilegal base militar en el territorio cubano de Guantánamo.
Lo curioso y también sospechoso es que esta reunión organizada y financiada por Washington se realice en Lima, donde tienen lugar los Juegos Panamericanos, con asistencia de deportistas de todo el continente.
A la reunión han sido invitados los doce países que integran el llamado Grupo de Lima, creado por Washington hace dos años para apoyar al impostor Juan Guaidó.
De ahí la importancia de no perder la memoria histórica, recordar a Bolívar y también a José Martí, quien vivió muchos años en los Estados Unidos y allí conoció muy bien las entrañas del monstruo imperialista.
