Por: Roberto Morejón
Rusia reafirmó su solidaridad y cooperación con Venezuela en momentos de agresividad de la administración de Donald Trump, y cuando el Partido Socialista Unido recaba firmas para denunciar el bloqueo de Estados Unidos.
La permanencia de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en Moscú puso de relieve la amplia sintonía entre las partes, confirmada por el canciller anfitrión, Serguei Lavrov.
Rusia contrarrestará la presión contra Caracas, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores del país euroasiático.
La postura de Lavrov fue saludada por Delcy Rodríguez, quien estuvo en Rusia en meses anteriores y ahora la imitó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
La nación euroasiática, también visitada por el canciller Jorge Arreaza y otros ministros, se empina como un valladar político, moral y material contra las desaforadas sanciones aplicadas por Estados Unidos a Venezuela.
La nación bolivariana, apoyada igualmente por Irán, China, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Turquía entre otros, coordina el respaldo internacional ante acciones de Washington como el bloqueo de activos en el territorio norteño.
El presidente Donald Trump afirmó el 3 de agosto que consideraba además imponerle un bloqueo naval a Venezuela.
La intimidación fue aplaudida por el opositor Juan Guaidó, autonombrado presidente encargado, y complementada por el almirante estadounidense Craig Faller.
En ese contexto de diatribas, coacciones, chantajes y robo de recursos venezolanos, voceros estadounidenses aludieron a discusiones con funcionarios venezolanos.
El asesor de Seguridad Nacional John Bolton aseveró que las pláticas se daban “a espaldas de Maduro”.
Estaba claro su objetivo de ofrecer una perspectiva de desunión en las filas de la Revolución Bolivariana, pero el presidente venezolano, Nicolás Maduro, salió al paso al confirmar que altos funcionarios de su gobierno, con su asentimiento, mantienen contactos con representantes de Washington.
En tan complejo panorama sobresale el trabajo del Partido Socialista Unido de Venezuela para canalizar el repudio popular hacia las sanciones estadounidenses y palpar las consecuencias de esas medidas.
Más de cuatro millones de venezolanos firmaron hasta ahora el documento de rechazo al bloqueo de Estados Unidos contra el país sudamericano.
El cúmulo de noticias desde Venezuela acuñadas por las transnacionales hablan de un pueblo hambreado, abandonado a su suerte y de un gobierno aislado.
La realidad apunta hacia un Partido Socialista Unido pendiente de las vicisitudes del pueblo, provocadas por Estados Unidos, y de un dinámico trabajo diplomático de Caracas en el exterior.
