El Nuevo Diario

Por: Roberto Morejón

 El manto del narcotráfico ganó nuevo espacio en Paraguay con la destitución del ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, después de revelarse aproximaciones a un presunto delincuente detenido en Brasil.

 El titular fue echado por el presidente Mario Abdo Benítez, al poner al desnudo la prensa la utilización de Giuzzio de un vehículo de Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, señalado como contrabandista de narcóticos.

 Sospechosamente, Marques de Padua pretendía ubicarse en suministrador de equipamiento militar al Ministerio del Interior y la policía de Paraguay.

 El escándalo en torno al ministro paraguayo del Interior ocurre mientras la policía afirma desplegar una operación contra el crimen organizado y lavado de dinero.

 El presidente Abdo Benítez admitió que esos flagelos y otras modalidades permean instituciones paraguayas y estamentos de la sociedad.

 NO se trató de la primera señal de maquinaciones turbias en un país conocido también por la injusta distribución de la tierra y la existencia de grupos paramilitares pagados por hacendados.

 Se habla mucho de los desmanes en la conocida Triple Frontera, en los bordes de Paraguay con Argentina y Brasil, donde imperan el contrabando y la criminalidad.

 Si bien Asunción, la capital, está lejos de las regiones mencionadas, los clanes más rancios de la política, incluyendo elementos vinculados al gobernante Partido Colorado al que perteneció el ex dictador Alfredo Stroessner, parecen conocer de las laberínticas maniobras.  

 Lo anterior, manejado por la prensa internacional, salpica a los bloques de poder, entre ellos, según se especula, el encabezado por el expresidente Horacio Cartes.

 El sector que comanda el aludido, quien ha negado estar relacionado con la venta ilegal de cigarrillos en el extranjero, utilizaría los dividendos en financiar una poderosa rama del partido Colorado.

 En Paraguay, mayor productor de marihuana de Sudamérica, ya se dio la señal de arrancada, pues internas simultáneas partidarias serán el 18 de diciembre de 2022 y las generales el 30 de abril de 2023.

 Las tendencias del conservador Partido Colorado que rige Paraguay desde hace décadas buscan tenazmente imponer sus candidatos por cualquier vía.

 Todo ello a pesar de que al jurar su cargo en 2018, Mario Abdo Benítez prometió que acabaría con la corrupción.