Por: Roberto Morejón

Cuba e Irán son naciones independientes, soberanas,  rechazan las imposiciones de Estados Unidos y  buscan elevar sus vínculos económicos, excelentes en el plano político. 

Así se reafirmó durante la visita de trabajo a Cuba del ministro iraní de Relaciones Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, concretada al cabo de 43 años de nexos ininterrumpidos, pues la mayor de las Antillas fue uno de los países que reconoció rápidamente a la revolución islámica.

Al atenderlo cordialmente en el habanero Palacio de la Revolución, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, destacó que la permanencia del ilustre visitante  ha sido un excelente momento para ampliar los vínculos.

Como señaló el Jefe de Estado antillano, ambos países comparten “el hecho de ser los más sancionados del mundo”, ante lo cual Teherán rechaza el bloqueo de Washington a la nación caribeña y esta última se solidariza con la nación amiga frente a los intentos de desestabilización e injerencia.

Al calor de esas realidades marchan los nexos bilaterales, cuyo punto culminante en el plano económico se sitúa en mayo pasado, cuando las dos partes rubricaron 13 acuerdos en ramas de la energía, agrícola, bancaria e industrial.

En aquella oportunidad, constataron  el alto nivel del diálogo político y coincidieron en la necesidad de avanzar aceleradamente en el desarrollo y profundización de los vínculos económicos y comerciales.  

A la luz del entendimiento, La Habana y Teherán trabajan arduamente para vencer los escollos colocados por las sanciones de Estados Unidos, especialmente en cuanto a la circulación de sus finanzas a nivel internacional.

Incluso a pesar de la no existencia de una ruta aérea directa, la mayor de las Antillas adecua condiciones para atender turistas iraníes de acuerdo a sus características, cultura y religión.

Los cubanos no olvidan el gesto del gobierno iraní al enviar inmediatamente expertos del Ministerio de Petróleo para evaluar los daños de un incendio en la principal base de supertanqueros, en la occidental provincia de Matanzas, en 2022.

Con tales antecedentes, resulta coherente la expresión del canciller antillano, Bruno Rodríguez, de calificar las relaciones bilaterales como muy importantes y ratificar la posición de Cuba en defensa del uso de la energía nuclear con fines pacíficos.

El jefe de la diplomacia iraní se expresó en esa cuerda en entrevista con la cadena Telesur, al subrayar que sobre la base de las creencias religiosas y principios, la República Islámica no busca fabricar bombas nucleares y utiliza la tecnología en beneficio del pueblo.