Incendios en estación seca

Édité par Maria Calvo
2023-02-22 21:29:07

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Incendio en Pinares de Mayarí

por Roberto Morejón

En la oriental provincia cubana de Holguín se vieron obligados a desatar una ofensiva de fuerzas especializadas y pobladores para frenar la propagación de un incendio de grandes proporciones en una zona boscosa.

Se trató de una zona montañosa, la de Pinares de Mayarí, con acceso escabroso, lo que unido a la sequía reinante en la zona, y en todo el país, así como a la fuerza de los vientos hizo más complejo el enfrentamiento al siniestro.

El cuerpo especializado de guardabosques, bomberos, residentes en zonas serranas y combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias con helicópteros y otros medios, se incorporaron con rapidez al esfuerzo titánico por impedir el avance de las llamas.

La preocupación de todos ha sido imposibilitar la aproximación del fuego al parque Nacional Mensura-Piloto, con especies endémicas, y a viviendas serranas.

Por precaución fueron evacuadas personas vulnerables y otras hospitalizadas por inhalación del humo.

La conjunción de las unidades con entrenamiento, valientemente en primera línea para lidiar contra la deflagración, y las de apoyo protagonizaron un despliegue incesante.

La empresa forestal y peritos del Ministerio de Ciencia y Medio Ambiente contabilizan las plantaciones afectadas, incluyendo cafetos y pinos, y evalúan la situación de la fauna expuesta a la ignición.

No se trata del único percance de ese tipo en Holguín, pues otro de envergadura dañó la zona de El Prado, antes de su control al cabo de 14 días, en el mes en curso.

En esta época del año de prevaleciente ausencia de lluvias, la mayor de las Antillas se expone a este tipo de siniestros.

Así fue en 2022 cuando se reportaron 284 incendios forestales, el mejor registro de los últimos tres años, pero no por ello menos preocupante.

Ocurre que buena parte de los mencionados desastres tienen su origen en negligencias, por quema no autorizadas de hierbas o caña de azúcar, cazadores furtivos y empleo de vehículos sin matachispas.

El Cuerpo de guardabosques de Cuba, con 63 años de experiencia, desempeña un papel crucial para reducir tales anomalías, proteger el medio ambiente y realizar una faena profiláctica en comunidades y escuelas, a fin de conservar las florestas.

Los cubanos no cejan en su empeño de promover la siembra de árboles maderables y frutales para enriquecer la flora, fauna y el entorno, aunque deberán interiorizar aún más las disposiciones preventivas para evitar los fuegos.

 



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