Foto tomada de Internet
Por: María Josefina Arce.
La Habana, 30 nov (RHC) Como ventanas al pasado de la tierra califican los especialistas a los geoparques, territorios con límites claramente definidos, que albergan un patrimonio geológico de marcado interés científico y educativo.
Estos territorios son una alternativa para avanzar en un desarrollo sostenible, al incentivar en las comunidades un uso racional de los recursos naturales, la protección de la biodiversidad y la mitigación de los efectos del cambio climático.
Cuba cuenta en la actualidad con dos geoparques. El primero de ellos fue declarado en 2021 y se ubica en Viñales, en la provincia más occidental del territorio nacional, Pinar del Río.
Este sitio cuenta con la asesoría de la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, a fin de valorar su posible candidatura para obtener la condición de Geoparque Mundial, que se cuentan en más de 200 distribuidos en 48 países.
Y en este año se sumó un nuevo geoparque, el de la Gran Piedra, ubicado en la oriental provincia de Santiago de Cuba.
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Abarca la Sierra de la Gran Piedra, las Alturas de Santa María de Loreto y parte de las Terrazas Costera de Mar Verde-Baconao.
En estas zonas se promueve el geoturismo, cuyos ingresos permiten estimular la creación de empresas locales innovadoras, nuevos puestos de trabajo y cursos de formación de alta calidad.
Las autoridades buscan que a partir de la promoción y divulgación del patrimonio geológico se integren los diferentes actores en función del desarrollo de las comunidades.
Actualmente se valoran otras zonas naturales como el Macizo de Guamuhaya, en la región central de Cuba, y la cadena montañosa Sierra de Cubitas, en la provincia de Camagüey.
La UNESCO ha reconocido el serio y responsable trabajo que desarrolla Cuba en esta área, lo cual, ha señalado, es una muestra de su compromiso con la protección de su patrimonio geológico.