Desempleo en América Latina y el Caribe

por María Josefina Arce

Aunque el pasado año registró una ligera disminución del índice de desempleo, América Latina y el Caribe no  logran despegar con fuerza y se mantienen las desigualdades en el mercado laboral, en el que persiste una alta informalidad.

Un nuevo informe de la OIT muestra una realidad todavía compleja para la región. Ana Virginia Moreira, directora de la Organización Internacional del Trabajo para América Latina y el Caribe, señaló que el crecimiento económico se desacelera y las deficiencias estructurales en la generación de empleo permanecen.

De acuerdo con el organismo, las desigualdades de género y las brechas entre el campo y la ciudad continúan siendo barreras cruciales para un mercado laboral más equitativo.

Las mujeres siguen estando en desventaja en comparación con los hombres. Sólo representan poco más del 52% de la fuerza laboral, al tiempo  que su salario es 20% menor.

La precariedad laboral está igualmente en el centro de atención, pues registró el pasado año una tasa cercana al 48%. Esto implica que casi la mitad de los trabajadores de América Latina y el Caribe tienen ingresos inestables, falta de seguridad social y vulnerabilidad económica.

La OIT alerta también sobre el panorama para los jóvenes, para los cuales las oportunidades laborales son limitadas, de acuerdo con el informe.

De hecho este fue uno de los segmentos poblacionales más afectado por la pandemia de la COVID 19, que agravó la tendencia al desempleo juvenil.

Si bien ese es el panorama a nivel regional, hubo naciones como Brasil que exhibieron un buen ritmo de generación de empleo, desde que Luiz Inácio Lula da Silva llegó a la presidencia en enero de 2023.

Las estadísticas mostraron que en los primeros nueve meses del año pasado se superó el millón de empleos y que en todos los estados de la nación suramericana se registró un crecimiento en este ámbito.

Ante una recuperación desigual del empleo y la persistencia de la informalidad se requieren acciones concretas y urgentes, pues el trabajo de calidad, como han señalado los expertos, es vital para la prosperidad de los ciudadanos y el avance económico de los países.