Conversar sobre derechos humanos, sin imposiciones y dogmas, es posible entre Cuba y EE.UU.

Édité par Maite González Martínez
2016-03-22 07:53:15

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Imágen de archivo.

Por: Roberto Morejón

El tema de los derechos humanos, tan manipulado en Occidente sobre todo al mirar hacia el Sur, despuntó durante la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, quien, como los cubanos, admite que las posiciones al respecto divergen.

Sin embargo, si las opiniones se exponen con respeto, como lo hizo el primer presidente estadounidense en visitar Cuba en casi 90 años, entonces existe la oportunidad para el debate.

Como parte del largo y complejo proceso hacia la normalización de las relaciones en el que trabajan ambos gobiernos, delegaciones de los 2 países discutieron con anterioridad sobre las prerrogativas ciudadanas.

De acuerdo con lo manifestado durante la histórica permanencia del inquilino de la Casa Blanca en La Habana, en el futuro proseguirá el análisis.

Los cubanos NO lo eluden y puede realizarse a instancias del mismo presidente que acaba de reiterar en La Habana que el Congreso de su país debe levantar el bloqueo, el principal obstáculo para el desarrollo económico de Cuba.

Obama, quien manifestó su confianza en el potencial de los cubanos, admitió las profundas diferencias que separan a su país del que acaba de visitar en temas como derechos humanos y democracia.

Sin embargo, defendió el derecho del pueblo cubano a decidir su destino.

Se trata de un paso de avance luego de más de 50 años de beligerancia de Estados Unidos, aunque no puede pretenderse que para normalizar relaciones, los cubanos renuncien a principios y ópticas, como en el ejercicio de las libertades civiles.

El presidente Raúl Castro subrayó la defensa de los derechos humanos en Cuba como cuando se garantizan la salud y la enseñanza gratuitas para todos los ciudadanos.

Por cierto, se trata de un logro del que no disponen otras naciones, incluyendo algunas muy ricas y poderosas.

Cuba se opone asimismo al doble rasero aplicado en Occidente al examinar el acatamiento de las prerrogativas del Hombre.

Como subrayó el Jefe de Estado cubano, “los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales son indivisibles, independientes y universales”.

Cuba aboga por abordar con Estados Unidos los temas sobre los que existen discrepancias y poner en práctica “el arte de la convivencia civilizada”, como lo llamó el presidente Raúl Castro.

Será válido en el anunciado intercambio bilateral de puntos de vista poner en práctica lo expresado aquí por Obama:

“El objetivo del diálogo sobre derechos humanos no es que Estados Unidos le dicte a Cuba cómo debe gobernarse, sino asegurarnos de que tenemos una conversación franca, honesta, sobre el tema”.



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