por Roberto Bastidas

El pensamiento y obra de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro queda más vigente que nunca. Su desaparición física nos hace reafirmarnos y comprometernos, una vez más, a ser mejores y a continuar la lucha antiimperialista.

Tengo el placer de tener en los estudios de Radio Habana Cuba a un colega nuestro Alberto D' Pérez , quien como periodista acompañó muchas veces al Comandante en Jefe en viajes internacionales, fue trabajador de Prensa Latina y de otros medios más.

Roberto Bastidas: Alberto, yo quisiera que nos comentaras algunas de tus anécdotas con nuestro Comandante.

Alberto D' Pérez: Dejame decirte, yo comparto plenamente lo que tu acabas de decir sobre el impacto que ha tenido la muerte del Comandante en Jefe.

La primera vez que yo vi a Fidel fue en la Universidad de La Habana, en la plaza Cadenas, el 10 de marzo de 1952. Yo estaba en mi casa yo era estudiante de Medicina, había acabado de comenzar esa carrera y me enteré en mi casa del golpe militar de Fulgencio Batista y fui a la Universidad de La Habana.

Allí estaba Fidel en la Plaza Cadenas evaluando la situación, conversando con algunos compañeros, que nos habíamos reunido allí y me impresionó muchísimo. Yo no lo conocía, yo había oído hablar de él, me impresionó muchísimo su firmeza en sus palabras, en sus gestos, su proyección de líder nato. Él estaba en la Plaza Cadenas y había un círculo no muy grande, de solo cuatro o cinco personas alrededor de él, escuchando y dialogando con él. Yo también tuve la oportunidad esa.

Esa fue la primera vez que yo lo vi. Me impactó extraordinariamente su firmeza de espíritu, sus ideas tan claras y precisas sobre un país que estaba destinado al desastre con este señor Fulgencio Batista. No quiere decir que el gobierno anterior hubiera sido mejor en el sentido, pero bueno no fue tan represivo como lo fue Batista, quien fue un asesino.

Roberto Bastidas: Luego del triunfo de la Revolución estuviste como Periodista y compartiste con Fidel muchas veces.

Alberto D' Pérez: : En efecto, fui con él en varias visitas al exterior. Me acuerdo de una de ellas, la de Brasil para la toma de posesión del Presidente Colhor de Melo, yo fui a la Embajada Cubana a ver que era lo que iba a ocurrir. Cuando aquello yo trabajaba en Radio Rebelde y también en Radio Habana Cuba y caminando por un pasillo me encontré a Fidel con una bata de casa, había acabado de tomar un baño y me echó el brazo por arriba, entonces yo le recordé que nos habíamos conocido en la Plaza Cadenas. Empezamos a conversar, fue un diálogo realmente para mí muy esclarecedor siempre, porque yo le tenía una gran admiración.

Antes de eso, durante la etapa contra Batista, Fidel tenía un programa de radio en una emisora, que radicaba en 25 y G en el sexto piso de un edificio, al cual fui algunas veces a escucharlo hablar en ese programa radial, que él tenía y a conversar con él a escuchar sus orientaciones. Siempre me llamó la atención la claridad con que explicaba los problemas y la claridad con que explicaba las soluciones a los problemas. Es que realmente la Revolución Cubana fue una solución a muchos de los problemas que tenía este país, como el analfabetismo, la incultura, la insalubridad, el desempleo, la falta de atención a los ancianos. Como frustrado médico que soy, siempre tuve una especial dirección en mi pensamiento hacia la salud, porque siempre me preocupó el bienestar de las personas.

Roberto Bastidas: Gracias a Fidel estos avances se lograron también en otros países.

Alberto D' Pérez: El aliento de Fidel ha sido clave para muchos pueblos, por ejemplo en Bolivia, el lugar donde cayó el Che. También en Venezuela, un país muy importante para los norteaméricanos, a tal punto que todavía están por los medios tratando de derrocar a Nicolás Maduro, porque es el país que tiene las reservas petroleras más grandes del mundo.

Roberto Bastidas: No podemos olvidar a África, un continente realmente olvidado y vilipendiado por el imperialismo y gracias a la Revolución Cubana, a ese gran amor por los necesitados de nuestro Comandante, tal es el caso de Angola.

Bueno Alberto ha sido un placer dialogar con alguien como tú, quien tuviste la oportunidad y el privilegio de estar tan de cerca de este gigante latinoamericano, caribeño, que físicamente ya no está, pero su pensamiento y obra, cada vez, será más fuerte y será bandera para todos los revolucionarios del mundo.

Transcripción Suzet Aguero