Sotomayor en Limonar

La Habana, 26 jul (RHC).- Imagínese a un ser humano saltando sobre una portería de fútbol. Nada menos que a esa astronómica altura se elevó hace tres décadas en Salamanca Javier Sotomayor. Su brinco de 2.45 ha devenido histórico y, de momento, parece un récord mundial insuperable.

Este 27 de julio se cumplen 30 años del mayor salto de altura de la historia en la ciudad española, comparado por muchos en aquel 1993 con un vuelo sobre una puerta de fútbol, a 2.44m del suelo.

Reverenciando al autor de uno de los sucesos que estremeció el mundo del deporte en los noventa, los agasajos “llueven” por estos días para el Príncipe de las Alturas.

La primera celebración por la efeméride aconteció la pasada semana en la isla, cuando en una minicompetencia se reunieron alrededor de 15 bartenders de La Habana y Varadero y dieron vida al “coctel 2.45”, en homenaje al mejor saltador de altura de la historia.

Luego el festejo se trasladó a su natal Limonar (Matanzas), donde Sotomayor compartió con futuros campeones y glorias del deporte de su terruño, incluido su amigo de la infancia y también saltador de altura olímpico Marino Drake.

“Estoy muy feliz por los 30 años de mí récord. Sé que algún día alguien lo va a romper, aunque hoy no lo veo tan amenazado como en 2013 y 2014, cuando Barshim y Bondarenko lo estremecieron varias veces”, apuntó Sotomayor en declaraciones a Radio Habana Cuba (www.radiohc.cu).

“De momento sigo disfrutando y orgulloso, y agradezco todos los reconocimientos y muestras de cariño”, dijo “el Soto”, hoy en día enfrascado en trasmitir sus conocimientos a uno de sus cinco hijos, Jaxier, campeón de España sub-16 años.

La agrupación Salsa Mayor amenizará durante la próxima noche-madrugada el popular Bar 2.45, ubicado en el barrio habanero de Miramar, donde el campeón recibirá el agasajo de varios amigos, mientras que el jueves la Embajada de España en La Habana le rendirá homenaje con una actividad en la que todo el que desee podrá fotografiarse junto al astro al pie de una imagen creada por el diseñador Raupa, que rememora el histórico salto.

De 55 años, el Soto es considerado uno de los grandes deportistas cubanos de la historia. Además de cinco primacías del mundo, en su expediente exhibe el oro olímpico en Barcelona-92, seis coronas mundiales, tres en Juegos Panamericanos, y es el único saltador en lograr más de 20 ocasiones saltar sobre la barrera de 2.40m.

Entre sus más connotadas distinciones aparece el Premio Príncipe de Asturias en los Deportes, el premio "Deporte inspiración para la Juventud" del COI y su exaltación al Salón de la Fama de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Atletismo.

Además de entrenar a su hijo, Sotomayor es actualmente miembro de la Federación Cubana de Atletismo.