Buenos Aires, 16 oct (RHC) El presidente argentino, Mauricio Macri, titubeó al ser consultado sobre los ejercicios militares del Reino Unido en las Islas Malvinas, previstos para dentro de una semana, y dio a su canciller la responsabilidad de decir qué hará su gobierno.

Durante una conferencia de prensa en Italia, Macri cedió el micrófono a la ministra de relaciones exteriores, Susana Malcorra, quien expresó que esos ejercicios no son algo nuevo, sino una reiteración de una práctica que han tenido desde hace ya mucho tiempo, lo cual no le quita seriedad, ni gravedad.

La canciller argentina refirió que su gobierno se enteró que Reino Unido realizará esas acciones por una comunicación de forma dentro de los mecanismos normales, así como destacó que han enviado una queja al embajador británico en Buenos Aires y una carta al secretario general de Naciones Unidas comunicando el desacuerdo con esa práctica bélica.

Recientemente el parlamentario del Mercosur por el Frente para la Victoria Daniel Filmus expresó su más enérgica condena a los ejercicios militares que realizará el gobierno británico en las Islas Malvinas la semana próxima, repudiado también por diversos sectores políticos.

"Los británicos están demostrando que no tienen ninguna voluntad de diálogo sino un desprecio absoluto por diversas resoluciones de las Naciones Unidas que prohíben este tipo de acciones", señaló Filmus, exsecretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas.

Tras calificar esta nueva acción británica como unilateral, el parlamentario apuntó que lo único que muestran los británicos es su deseo de utilizar las islas como una base militar estratégica en el Atlántico Sur.

El Servicio de Hidrografía Naval, dependiente del Ministerio de Defensa, informó hoy de la realización por el Gobierno británico de ejercicios militares en el área de las Malvinas, que incluirán el lanzamiento de misiles rapier.

Filmus subrayó que "cualquier ejercicio militar representa un claro peligro para una zona estratégica por su proximidad con el corredor bioceánico y la Antártida, y viola la Resolución 2065 de la ONU, que plantea la solución por la vía del diálogo bilateral entre Argentina y el Reino Unido del conflicto de soberanía".

Estamos ante un nuevo acto de ostentación colonial por una potencia que usurpa nuestro territorio desde 1833, una situación absolutamente inadmisible en pleno siglo XXI, sentenció.

Asimismo opinó que estas actitudes británicas "muestran la fragilidad de la política exterior del gobierno de Mauricio Macri" respecto de la soberanía de ese territorio en disputa.

La noticia provocó una ola de rechazo entre los argentinos y desde el Congreso legisladores de todas las corrientes políticas se pronunciaron por plantear la situación ante Naciones Unidas.

Una de las parlamentarias en pronunciarse fue la senadora Silvina García Larraburu, del Frente para la Victoria, quien subrayó que "los ejercicios militares de los ingleses esconden sus verdaderos intereses geopolíticos: apropiarse de los recursos naturales de la región y consolidar su poderosa base militar en un área estratégica del Atlántico Sur".

Es imperioso que el Gobierno ratifique el camino de la diplomacia y el diálogo, en las antípodas de Inglaterra, que pretende posicionarse a través de las armas, el dominio económico y la imposición política, manifestó.

Por su parte el vicejefe del bloque del Frente Renovador, Alejandro Grandinetti, sostuvo que "ahora no sólo el Reino Unido exige que Argentina limite sanciones económicas a la explotación pesquera y petrolera, sino que, además, pretende que nos mantengamos impávidos ante sus prácticas militares unilaterales en las islas", reflejó el sitio Parlamentario.com

Más temprano la cancillería emitió un comunicado en el que anunció que el vicecanciller, Carlos Foradori, entregó una nota al embajador de ese país aquí, en la que expresa una "enérgica protesta ante los mencionados ejercicios militares".

Asimismo le exigen que se abstenga de realizarlos, a la vez que pondrá en conocimiento de la situación al Secretario General de las Naciones Unidas.

El accionar del Reino Unido, agregó la Cancillería, se contradice asimismo con el principio de solución pacífica de las controversias, apoyado unánimemente por los países de la región y que se refleja en el rechazo a dichas acciones militares, puesto de manifiesto en declaraciones de los países del Mercosur y Unasur.