Caracas, 16 abr (RHC-PL) El sacerdote jesuita Numa Molina aseguró hoy que el prodigio más importante para Venezuela sería el establecimiento de una mesa de diálogo, para dirimir las diferencias entre los principales actores políticos del país suramericano.

Ningún milagro sería más bello en este día de resurrección que sentarnos a dialogar y darnos las manos, porque ese sería un modo bello, sublime y sincero de decir que amamos nuestra patria, declaró el párroco de la iglesia de San Francisco de Caracas.

Ello pondría de lado cualquier diferencia y propiciaría un escenario para resolver de manera pacífica las controversias que afectan a los venezolanos, comentó en el programa José Vicente Hoy de la cadena de capital privado, Televen.

Por otra parte, pidió a la Iglesia Católica de Venezuela 'reencontrarse con la verdadera espiritualidad que engloba los designios de Cristo, que es una relación pastoral con el pueblo para su orientación'.

Así se refirió a los recientes pronunciamientos de la Conferencia Episcopal Venezolana, que según su opinión 'mantiene una actitud agresiva contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro desde una posición político-partidista impropia'.

Invito a la Iglesia a demostrarle al pueblo que puede dialogarse bajo los designios de Dios, que puede darse el diálogo entre la jerarquía eclesiástica, el Gobierno y la oposición, y que debe suceder porque es nuestro deber como cristianos darles ese testimonio a todos los ciudadanos venezolanos, concluyó.