Washington, 26 dic (RHC-PL) Tres ciudades estadounidenses presentaron hoy una demanda contra el Departamento de Defensa por excluir a militares inhabilitados para portar armas de la base de datos policial.

Según el recurso de Nueva York, Filadelfia y San Francisco, esa falla permitió el tiroteo del pasado 5 de noviembre en la Primera Iglesia Bautista de la localidad estadounidense de Sutherland Springs, Texas, donde murieron 26 personas y hubo 20 heridos.

Devin Kelley, el autor de la masacre y quien se suicidó posteriormente mientras huía, fue internado en una clínica psiquiátrica en junio de 2012 cuando era militar, tras amenazar con matar a sus superiores.

Por ese entonces, también era considerado un peligro para sí mismo y los demás pues había sido descubierto introduciendo armas en la base de la Fuerza Área Holloman, donde estaba en funciones.

El error del Pentágono ha llevado a la pérdida de vidas inocentes al dejar que criminales con intenciones nefastas puedan comprar armas, apuntó en un comunicado el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

Las agencias policiales a nivel regional dependen de la base de datos nacional mantenida por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) para regular las ventas de dichos medios y evitar que caigan en manos de personas con pasado criminal, expuso la demanda presentada en la corte federal de Alexandria, Virginia.

También pidió un mayor control de los tribunales para obligar al Departamento de Defensa a cumplir la normativa de entregar la información relevante.

Jefes de la Fuerza Aérea han admitido que no se reportaron debidamente al FBI los antecedentes penales de Kelley y hubo docenas de problemas similares, de acuerdo con informaciones periodísticas.

El secretario de Justicia, Jeff Sessions, ordenó una investigación exhaustiva sobre los procedimientos que se usan para manejar los referidos datos.