En entrevista con el periodista Ignacio Ramonet, para la revista mensual Le Monde Diplomatique, difundida en redes sociales, el primer mandatario afirmó: 'Nosotros somos gente de izquierda, pero no en la teoría, somos gente de izquierda en la práctica, porque nuestro programa de gobierno está destinado fundamentalmente a los sectores en estado de indefensión'.

Al respecto, añadió que su administración busca eliminar la pobreza absoluta, disminuir los índices de pobreza, pero sobre todo aumentar el grado de bienestar de toda la ciudadanía y en forma particular en los más desprotegidos, y por consiguiente, promover equidad y buscar racionalidad en gastos, para destinar ese fondo a salud, educación y seguridad, entre otros sectores.

En esa misma línea, Moreno aseveró que continúan la Revolución Ciudadana, pero en aquello que se hizo bien, pues también son críticos lo mal hecho, lo cual se debe revisar de manera permanente, porque 'eso es la dialéctica, y la izquierda es dialéctica'.

Sobre el diferendo existente entre él y su antecesor, Rafael Correa, advirtió que las raíces son simples y mencionó la no perpetuación en el poder, el círculo de corrupción creado y el deseo del presidente anterior de dejar un esquema casi imposible de llevar, para luego poder regresar como 'el salvador'.

En el diálogo, Moreno hizo un repaso a los programas que rigen las principales políticas nacionales: Toda una Vida, Casa para Todos, Agua para Todos, Impulso Joven, entre otras iniciativas en desarrollo y explicó las motivaciones para enfocarse en esos ámbitos a fin de encontrar soluciones a las necesidades de la población.

La situación política de América Latina también fue objeto de análisis y al respecto se refirió a procesos electorales que vive la región, los cuales celebró y reiteró respeto y cumplimiento del principio de no injerencia en otras naciones.

En cuanto al tema del fundador de WIkiLeaks, Julian Assange, asilado por seis años en la embajada de Quito en Londres, recalcó que es una situación heredada, pero mantendrán su protección mientras consideren su vida en riesgo, por respeto a los derechos humanos.

A Estados Unidos y su política migratoria, Moreno dedicó un espacio, en el que rechazó la expulsión de inmigrantes, con riesgo incluso para alrededor de un millón de ecuatorianos.

'Tenemos una Constitución que respeta el derecho a la movilidad. Creemos que el futuro de la humanidad debe ser la ciudadanía universal. No puede ser que, en un mundo que supuestamente está hermanándose, (...) los seres humanos no puedan transitar de un lado a otro', estimó.

Asimismo, sentenció que la presencia de funcionarios de ese país en territorio ecuatoriano se debe a colaboración en temas de seguridad, teniendo en cuenta los recientes hechos violentos desatados en la frontera con Colombia y descartó cesión de soberanía o retorno de bases militares norteñas.

La entrevista con Ramonet fue parte de los trabajos incluidos en la edición en español de este mes, de Le Monde Diplomatique.