La Paz, 8 de nov (RHC) El Comandante General de la Policía Boliviana, Yuri Calderón, exhortó a las organizaciones sociales y fuerzas movilizadas a abstenerse de las acciones violentas que pongan en peligro la seguridad y vida de las personas.

“Ante la escalada de violencia registrada en los últimos días en Bolivia la policía reitera su servicio para mantener el orden público apegándose a sus funciones y atribuciones en el marco de la Constitución Política del Estado”, afirmó Calderón.

Resaltó que las instrucciones serán puestas en conocimiento a todos los representantes de las fuerzas vivas movilizadas en los nueve departamentos bolivianos.

Instó a los sectores de la policía y a la ciudadanía restablecer el orden público en el menor tiempo posible, y auguró el pronto retorno a la paz y la seguridad de la sociedad en democracia.

Calderón lamentó la escalada de violencia ocurridas en Bolivia después del 20 de octubre, a consecuencia de una serie de demandas de los grupos opositores que piden la renuncia del Presidente Evo Morales, ganador de los comicios con una diferencia de 10,57 puntos respecto a Carlos Mesa.

El candidato perdedor de las elecciones, junto al cabecilla del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Fernando Camacho, plantearon primero una segunda vuelta, sin esperar el cómputo oficial de votos, luego solicitaron una auditoría internacional por sospechas de fraude y ahora instan desconocer los resultados del sufragio y piden la renuncia del presidente.

Ante estas solicitudes grupos opositores generaron una serie de acciones violentas como cierres de calles, tranques, bloqueos y sobre todo persecución y agresiones físicas contra mujeres campesinas, indígenas, con muestras de racismo, odio y discriminación, lo que ha desestabilizado al país.

Los dirigentes opositores Fernando Camacho y Carlos Mesa confirmaron hoy la existencia de contradicciones entre ambos, sin embargo, aseguraron que las relegan en aras de sacar del poder al presidente constitucional de Bolivia, Evo Morales.

Añadió Camacho que el hecho de no coordinar las acciones con Mesa no refleja simplemente una división, aclaró que ha decidido 'defender el voto del pueblo y no defender un candidato'.

Con anterioridad, informó que el perdedor en los comicios del 20 de octubre, Carlos Mesa, le pidió que firmara una carta para que la Organización de Estados Americanos (OEA) defina los resultados de esos comicios.

'A Carlos Mesa lo acompañamos con su pedido por el voto del pueblo -expresó Camacho-, hasta el día que nos reunimos en la ciudad de La Paz, cuando quería que firmemos una carta redactada para dejar a la OEA la posibilidad de dar el resultado (del proceso electoral)'.

Precisó que desde ese momento no asistió 'nunca más' a una reunión con Mesa, porque se dio cuenta que los cívicos estaban apoyando a 'una persona que estaba viendo su propio interés y no le importaba el voto del pueblo'.

Mesa, por su parte, publicó de inmediato un mensaje en su cuenta de Twitter en la cual sostuvo que no confrontará con Camacho pues eso solo beneficiará a la permanencia en el poder del mandatario Morales.

Aspirante a la primera magistratura por la coalición Comunidad Ciudadana, el exvicepresidente del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) denunció la existencia de un fraude antes de que concluyera el cómputo oficial de los votos, pidió una auditoría y llamó a la desobediencia civil.

Con posterioridad, rechazó esa revisión solicitada de manera oficial por el gobierno de Morales a la OEA.

Sin embargo, el secretario general de ese foro generalmente alineado con la política injerencista en la región de Estados Unidos, Luis Almagro, confirmó que en un contacto telefónico, Mesa le expresó su acuerdo con las bases de la auditoría.

La víspera, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, acusó a Mesa y a Camacho como gestores de la violencia por un 'capricho' consistente en no aceptar el triunfo de Morales en las urnas y rechazar la auditoría integral en marcha sobre las elecciones generales.

Morales, en tanto, reiteró que en Bolivia está en marcha un golpe de estado de cuarta generación con la participación de Estados Unidos.

Audios publicados recientemente en el portal BehindBackDoors (Detrás de la Puerta Trasera, en español), refleja el compromiso en este complot de los senadores estadounidenses Marco Rubio, Bob Menéndez y Ted Cruz.