Tegucigalpa, 20 jun (RHC) Un grupo de estudiantes volvió a ocupar los edificios de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en la ciudad de San Pedro Sula, como parte de una protesta en los centros de enseñanza superior del país.

En Tegucigalpa, afirmó la representante del Movimiento Amplio Universitario, Marcia Gutiérrez, que los alumnos restablecieron la ocupación de las aulas, tras entregarlas de modo pacífico, el viernes último, cuando un contingente de policías antimotines rodeó la Universidad Nacional para impedir la huelga.

Los estudiantes de San Pedro Sula comenzaron a invadir las instalaciones docentes el nueve de junio último, dos días después de comenzar las protestas en la capital hondureña, en demanda de una mayor participación de los educandos en la toma de decisiones y la derogación de las normativas que elevarían los costos de la matrícula y el índice de aprobado académico.

También se difundió que al menos una veintena de pandilleros resultaron capturados por las autoridades hondureñas durante la llamada Operación Cazador para desarticular la red delincuencial de la Mara Salvatrucha (MS-13) en Tegucigalpa.

El portavoz de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic), Jorge Galindo, confirmó que entre los detenidos hay tres cabecillas de esa organización, con órdenes de captura por delitos de extorsión, robo y asesinato, aunque declinó revelar sus identidades.

En la acción, que motivó redadas en unas 13 colonias o barrios de Tegucigalpa, participaron en total 15 fiscales, 60 agentes de la Atic y unos 350 efectivos de la Policía Militar.

Los uniformados buscaban localizar un cementerio clandestino en el que los sicarios de la banda enterraron a varias de sus víctimas luego de asesinarlas, informó otra fuente del Ministerio Público.

Asimismo, añadió que las autoridades practicaron pruebas con luminol para recolectar evidencias (de sangre) en una de las viviendas allanadas bajo sospecha de ser una "casa loca", como se conocen a los lugares utilizados por los pandilleros para torturar y asesinar a sus rivales.

Cerca de su ubicación, cuatro personas murieron baleadas la noche del domingo en uno de los frecuentes choques entre miembros de la MS-13 y la pandilla Barrio 18 por pleitos de territorios para la venta de drogas.

Según la policía hondureña, entre ambas bandas agrupan actualmente alrededor de 25 mil pandilleros, responsables directos de que el país exhiba una de las mayores tasas de homicidios en el mundo.

Honduras cerró en 2015 con un promedio de 60 homicidios por cada 100 mil habitantes, seis veces mayor que el índice estimado para el resto del mundo por la Organización Mundial de la Salud.