Londres, 15 jul (RHC-PL) El calentamiento del océano es la causa principal del retroceso de los glaciares en la Península Antártica occidental, uno de los mayores contribuyentes al aumento del nivel del mar, publica la revista Science.
Según la investigación, realizada por científicos de la Universidad de Swansea, en Gales, y el British Antarctic Survey en Reino Unido, los glaciares que fluyen hacia la costa, en el lado occidental de la península, muestran una correlación espacial distinta con los patrones de temperatura del océano, los del sur se retiran rápidamente, pero los del norte muestran pocos cambios.
Alrededor del 90 por ciento de los 674 glaciares en esta región retrocedió desde que comenzaron los registros en la década de 1940, señaló la directora del estudio en Gales, Alison Cook.
Previo a está indagación, los científicos pensaban que las temperaturas atmosféricas eran la causa principal de todos los cambios de los glaciares en la Península, añadió, pero ahora saben que el calentamiento del océano afecta estas regiones.
Para desarrollar la investigación, los expertos estudiaron las mediciones de varias décadas, de la temperatura del océano alrededor de la península, junto con fotografías de satélite y datos de los 674 glaciares.
La información arrojó que el gradiente norte-sur de incremento del retroceso de los glaciares muestra un patrón fuerte con las temperaturas de los océanos. Este fenómeno provoca el enfriamiento del agua en el noroeste, mientras en el sur, se vuelve cada vez más caliente a profundidades superiores a 100 metros.
Desde la década de 1990, el agua es caliente en profundidades medias en la región sur; al mismo tiempo se produjo una aceleración generalizada en el retroceso de los glaciares, explicó uno de los coautores del análisis, Mike Meredith.
Donde las aguas a media profundidad del océano se inmiscuyen en la plataforma continental y se extienden hacia la costa, aportan calor, causando que los glaciares se rompan y fundan, apuntó.
Con este nuevo estudio podrá entenderse mejor el vínculo entre un océano más caliente y el comportamiento de los glaciares de la Península Antártica, clave para predecir el incremento del nivel del mar, concluyó Meredith.