Por Guadalupe Yaujar Díaz
La Sierra del Rosario, declarada Reserva de la Biosfera cubana, primera de su tipo establecida en Cuba por la UNESCO en 1985, está ubicada en la occidental provincia de Artemisa y abarca áreas de los municipios de Artemisa, Bahía Honda, Candelaria y San Cristóbal.
En el momento del otorgamiento de la condición de Reserva compartía sus zonas con las provincias de Pinar del Río y La Habana hasta la introducción, en 2010, de la nueva división político-administrativa en que pasó a formar parte de Artemisa.
La forman montañas, llanuras y valles en más de 25 mil hectáreas. Las alturas oscilan entre los 100 y más de 500 metros sobre el nivel del mar; y es hábitat de especies en peligro de extinción y en otros casos de plantas solamente originarias del lugar.
Una compleja estructura geológica se añade a la diversidad de rocas y es dueña del endemismo de la flora en su paisaje matizado por formaciones vegetales de bosques, siempreverdes, matorral xeromorfo y pinares.
Quien la visite quedará atrapado por las especies de orquídeas, como la Bletia Purpúrea, considerada símbolo de la región.
En tanto la fauna de vertebrados está compuesta por mamíferos, reptiles, invertebrados y anfibios, como la pequeña rana Eleuterodactilus limbatus, de solo 9 mm. La población de aves la integran arrieros, el pájaro carpintero, zunzúnes, tomeguines, garzas y emblemático Tocororo, Ave Nacional cubana.
Un centro de Investigaciones Ecológica en la zona monitorea el ecosistema y su restauración, la conservación de la agrodiversidad y lleva adelante múltiples proyectos científicos que garanticen el equilibrio del ecosistema, sin renunciar al turismo como importante rubro económico.
De ahí el establecimiento de las bases de campismo popular y zonas para acampar al tiempo que incluye la actividad del “senderismo” incluido en la novedad del turismo de Naturaleza que propaga nuestro país.
De especial belleza paisajística la Sierra del Rosario posee las comunidades "Las Terrazas" y “Soroa” de infraestructura habitacional, como parte del Plan de Desarrollo Socio-Económico de la región puesto en marcha desde 1968.
El entorno goza la bondad de las cristalinas aguas del río San Juan y Bayate fuentes de abasto de la población, así como un sistema hidrográfico beneficiado por aguas procedentes de manantiales de aguas minero-medicinales sulfurosas y piscinas naturales.
En la primada Reserva de la Biosfera de Cuba, sometida a constantes evaluaciones y medidas integrales territoriales por los especialistas se desarrollan, desde hace más de un año, nuevos proyectos nacionales e internacionales, entre los cuales sobresalen la conservación de los recursos del ecosistema, la contribución a la seguridad alimentaria de los habitantes de la comunidad y la preservación de sus valores.
De igual manera se aplican tecnologías restauradoras de cualquier degradación del ecosistema y el bienestar humano de los pobladores de la región, en aras del manejo integral sostenible.