En el patio del Centro de Vuelo Espacial Goddard de Maryland fueron encontradas una losa con decenas de huellas fósiles de dinosaurios y pequeños mamíferos que vivían allí hace cien millones de años
Se trata de al menos 70 rastros “impresos” en una enorme losa de piedra arenisca, de cerca de dos metros y medio de largo, descripta en un estudio de la revista Scientific Reports, casi como una “Piedra de Rosetta” del Período Cretácico debido a su riqueza inusual.
Con ello se refieren a la estela en tres escrituras distintas encontrada en Egipto por el ejército de Napoleón Bonaparte, que le permitió al filólogo Jean-Fran!ois Champollion descifrar los jeroglíficos egipcios en 1822.
Como una verdadera máquina del tiempo, la losa restituyó una vívida instantánea de la vida que bullía hace cien millones de años, en lo que debió ser la ribera de un pantano y dónde hoy en día los científicos estadounidenses diseñan modernos satélites que se lanzan al espacio.
En el lapso de pocos días, estimaron los especialistas, ocho especies de animales, incluidos dinosaurios grandes como carros armados y mamíferos pequeños como ardillas dejaron para siempre, sin saberlo, la huella marcada de su paso por la Tierra.
Se pueden ver rastros de ejemplares adultos acompañados de cachorros y tal vez los de presas perseguidas por depredadores. Pero las sorpresas, además del lugar, se extienden al modo del hallazgo mismo, pues se dio de manera totalmente fortuita, cuando la primera huella de un dinosaurio fue reconocida por Ray Stanford, un apasionado del tema, que simplemente había ido a acompañar al trabajo a su esposa, una empleada de la NASA.
Lo más apasionante de todo es “la concentración de huellas de mamíferos, que es de diversos órdenes y de una riqueza superior a la de cualquier otro sitio del mundo”, afirmó el paleontólogo Martin Lockley, de la Universidad de Colorado.
Ahora en el Centro Goddard, la mayor organización de científicos e ingenieros dedicados a expandir el conocimiento de la Tierra, el Sistema Solar y el Universo en Estados Unidos, todos además de mirar al cielo, también se enfocan en el suelo de su propio patio.
con informacion de cubadebate