Washington, 16 ene (RHC) Una hormona producida por los músculos al hacer ejercicio físico, protege del deterioro cognitivo causado por el alzheimer, destaca un estudio realizado en ratones.
Se trata de la irisina, que abre la vía a una posible terapia para mejorar la memoria en pacientes que padecen alzheimer, incluidos los que tienen una edad avanzada, señalaron los autores, procedentes de Estados Unidos, Brasil y Canadá.
La irisina, descubierta en 2012, que actúa como mensajera entre los músculos y la grasa, es producida por el tejido muscular a partir de un gen llamado FNDC5 en respuesta al ejercicio, explicaron.
Los investigadores descubrieron que el cerebro de personas y ratones también engendra ese producto glandular.
Con la edad aumenta la cantidad de irisina que produce el cerebro, en concreto la zona conocida como hipocampo, que está implicada en el aprendizaje y la memoria, argumentaron en el trabajo divulgado en la revista Nature Medicine.
Sin embargo, en pacientes humanos y ratones con alzheimer, esa hormona creada en esta región disminuye drásticamente.
Los expertos demostraron en experimentos en ratones con alzheimer que la práctica de ejercicio físico -en este caso, nadar- aumenta los niveles de irisina en el hipocampo, protege frente a los daños que causa la enfermedad en las neuronas y estimula los mecanismos de formación de recuerdos.
Pero, si se bloquea la capacidad de producirla en esta región del cerebro, la actividad física pierde su efecto protector sobre la memoria, lo que demuestra que es necesaria para que se produzca este beneficio, consideraron.
Nuestro estudio demuestra que la irisina media el impacto beneficioso del entrenamiento en la memoria y ofrece una nueva explicación de cómo el ejercicio regular puede reducir el riesgo de alzheimer, dijo la codirectora de la exploración Fernanda de Felice, de la Universidad de Queen.
Es importante hallar medicación efectiva para los pacientes que ya no pueden practicar actividad física y nuestro trabajo muestra que la irisina es prometedora, apuntó.
Los resultados de esta pesquisa deberán confirmarse en nuevos ensayos en animales y personas, antes de que puedan materializarse en un avance clínico, sugirió la funcionaria. (Fuente: PL).