La Habana, 15 oct (RHC) La representación del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Cuba divulgó este viernes un mensaje de ese organismo de las Naciones Unidas que insta a todos los gobiernos a redoblar esfuerzos para enfrentar el vínculo entre el hambre y la crisis climática.
En ocasión del Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre) el texto precisa que el mundo se enfrenta a un aumento exponencial de ese flagelo por la amenaza del cambio climático y de sus consecuencias, las cuales demandan con urgencia acciones globales que ayuden a las comunidades a adaptarse a los choques y tensiones de esos fenómenos.
En vísperas de la efeméride, el director ejecutivo del PMA, David Beasley afirmó que el mundo no está preparado para un aumento sin precedentes del hambre que se avecina si no se invierte en programas que ayuden a la adaptación y hacernos resilientes a nuestro clima cambiante.
Aseguró que las comunidades vulnerables, una gran mayoría de las cuales dependen de la agricultura, la pesca y la ganadería, son las que menos contribuyen a la crisis climática, pero se llevan la peor parte porque, además, tienen recursos limitados para mitigar sus impactos.
El mensaje precisa que para Cuba, las principales amenazas son el aumento de las temperaturas del ambiente y del nivel del mar, la severidad de los eventos meteorológicos extremos y la progresiva reducción de las precipitaciones, lo cual genera sequías cada vez más frecuentes y severas.
“Todo ello tiene impactos negativos sobre la producción agrícola, la ganadería y la industria alimentaria”, agrega el texto.
El representante del PMA en Cuba, Paolo Mattei significó que las amenazas naturales por si mismas no constituyen un desastre si no están vinculadas a una comunidad o población que resulte vulnerable.
Significó que la preparación y la reducción de riesgo pueden hacer una gran diferencia, porque siempre será mejor prevenir que afrontar las consecuencias.
Cuba ha reiterado su voluntad política para sumarse a los esfuerzos de erradicar el hambre en el mundo, objetivo que promueve la agenda de Naciones Unidas para el desarrollo a cumplirse en 2030.
Muestra de ello es el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional que actualmente se sustenta en la capacidad de la isla caribeña en producir alimentos de forma sostenible y dar acceso a la población a una alimentación balanceada, nutritiva e inocua. (Fuente: PL)