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Cada finales de diciembre, la Tierra atraviesa una región de su órbita que coincide con una nube donde se concentran los restos de polvo, hielo y rocas de 8P/Tuttle, un cometa de 4.5 kilómetros de largo que tarda 13.6 años en dar una vuelta alrededor del Sol.
La entrada en contacto de estas partículas con la atmósfera terrestre da forma a las Úrsidas, la última lluvia de estrellas del año. Y aunque no se trata de una lluvia de estrellas, condiciona hasta 12 meteoros por hora.
Aunque no se trata de una de las lluvias de estrellas más intensa del año, en cielos despejados y condiciones óptimas, en una noche despejada es posible observar un promedio de 12 meteoros por hora.
El mejor momento para ver las Úrsidas será en el mes de diciembre, cuando ocurra su punto de actividad máxima. Como su nombre lo dice, el radiante de las Úrsidas (el punto desde el que según la perspectiva terrestre, parecen originarse la mayoría de meteoros) es la Osa Menor; sin embargo, no hace falta centrar la mirada en la constelación del norte. (Tomado de National Geographic)