Tormentas eléctricas
La Habana, 8 junio (RHC) El Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) alertó sobre las consecuencias negativas de la temporada alta de las tormentas eléctricas, que va de abril a noviembre en coincidencia con el período lluvioso y también con el ciclónico.
Los sistemas de protección contra tales fenómenos ocupan hoy un lugar decisivo en el desarrollo de la industria, el comercio, la salud, el turismo y en toda actividad que este incorporado el hombre y la tecnología, explicó un experto del IGA.
Reniel E. Suárez Pérez, reconocido especialista de la institución, comentó a la Agencia Cubana de Noticias sobre la vulnerabilidad y riesgo que implican, al igual que los servicios científico- técnicos de su centro.
Explicó que los rayos son un fenómeno natural que ocurren por la aglomeración de cargas de varios signos, dentro de una misma nube, entre una y otra y, el más peligroso por sus daños, entre la nube y la superficie de la tierra.
Aparecen cuando el movimiento ascendente y descendente del aire contenido en una nube de tipo cúmulo nimbo, de gran desarrollo vertical y elevado contenido de humedad, forma cargas eléctricas positivas y negativas en exceso, añadió.
Señaló que originan una descarga en forma de chispa o relámpago, que obedece al paso masivo de millones de electrones desde la nube de tormenta hacia la tierra y en el punto de llegada a esta.
Llamó la atención de que puede destruir en un radio de 20 metros, según su potencia y características del suelo.
Una sola descarga eléctrica de uno de ellos consta de 1 a 40 andanadas principales, cada una de las cuales va precedida de una del tipo guía, por lo que se liberan enormes fuerzas expansivas eléctricas de la propia corriente y de la atmósfera, debido a la alteración del aire por el cual pasa su corriente.
Precisó que casi todas las naturales se inician en el interior de las nubes y progresan en forma de árbol de diversas ramas y en su trayectoria transportan electricidad que puede llegar, como término medio, a valores máximos superiores a los 300 000 amperios durante millonésimas de segundo.
Pero cuando el chispazo desciende a una temperatura muy elevada, prosiguió, choca con el aire mucho más frío de los alrededores y produce ese enorme ruido llamado trueno, y por ser la velocidad del sonido menor que la de la luz, se ve primero el relámpago y después se escucha su estrépito.
En el caso de Cuba, ejemplificó, constituyen la primera causa de muerte por eventos atmosféricos, y provocan más defunciones que otras catástrofes naturales, entre ellos huracanes y tornados.
Los servicios para contrarrestar su impacto contemplan los de puesta a tierra, supra sensores de sobretensión, pararrayos, aviso de tormentas, incluidas eléctricas, vulnerabilidad y riesgo, evacuación y refugio.
Recomendó que una vez desatadas, debe permanecerse atentos a las informaciones del Centro de control en los respectivos refugios, entre ellos contenedores, vehículos y oficinas.
Además, no guarecerse debajo de árboles, tampoco hablar por teléfonos fijos ni tocar cables y metales, y mantener los pies unidos. (Fuente: ACN)