Foto tomada de Prensa Latina
La Habana, 13 abr (RHC) Los meteoritos caídos en Cuba son solamente cinco, de un listado inicial de presuntamente 10, según investigaciones del Centro de Estudios Avanzados, por encargo del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), se divulgó hoy.
El doctor en Ciencias Geográficas Efrén Jaimez, investigador auxiliar del IGA, dijo al periódico Granma que los casos confirmados son del tipo litito, siderolito, condrito l6 y condrito l5
Se trata de meteoritos caídos en las localidades cubanas de Las Canas (1844), Bacuranao (1974), Santa Isabel de las Lajas (1994), Viñales (2019) y Ramón de las Yaguas (2021).
Precisó el experto que la aplicación de difractogramas de rayos X y ensayos de espectrometría de fluorescencia de rayos X descartó que fueran meteoritos objetos hallados en Boyeros (1996), Balcón de La Lisa y Güira de Melena (2001).
Si bien existen algunos elementos comunes entre los condritos ordinarios de Viñales y Ramón de las Yaguas, los especialistas consideran que no existe relación directa que los vincule en cuanto al origen, pues proceden de diferentes pequeños asteroides del Sistema Solar.
De acuerdo con Jaimez, aunque el origen cósmico de tres objetos diferentes hallados en 1938, en Mango Jobo, parece dudoso, es necesario realizar nuevos ensayos químicos de laboratorio que confirmen si se trata o no de meteoritos.
Atraídos por la fuerza de gravedad, cada año decenas de miles de pedazos de roca, desprendidos de la cola de cometas, asteroides y otros objetos, penetran en la atmósfera terrestre a la velocidad de 70 metros por segundo, logrando llegar a la superficie y tales fragmentos reciben la denominación de meteoritos.
Hay teorías que les atribuyen a estos la responsabilidad de haber transportado hacia la Tierra los elementos químicos esenciales que dieron lugar a la vida.
Los que alcanzan impactar el suelo terrestre lo hacen convertidos en verdaderos proyectiles supersónicos, capaces de provocar notables explosiones y abrir, en algunos casos, cráteres con diámetros superiores a los 200 metros.
Asimismo, pueden penetrar y quedar ocultos en el subsuelo, o ir a parar a las profundidades del océano, sin olvidar la lógica transformación que sufren por la influencia combinada de la humedad, la oxidación y otros factores ambientales.
Estimados recientes indican que a nivel global han sido encontrados, sin ser vistos caer, más de 31 mil meteoritos, distribuidos en todos los continentes, pero la cifra de los que esperan ser localizados debe ser superior.
Resalta el meteorito conocido como Hoba Oeste, que con un peso aproximado de 66 toneladas constituye la pieza de hierro natural de origen cósmico más grande conocida en la Tierra.
Fue descubierto en 1920, cerca de Grootfontein, en la región namibia de Otjozondjupa y su impacto se estima ocurrió hace 80 mil años. (Fuente: Prensa Latina)