Ginebra, 4 mar (RHC) Cuba abogó aquí porque los Estados adopten medidas para enfrentar al cambio climático sin olvidar sus obligaciones de derechos humanos.
La incapacidad de transformar modelos de producción y consumo insostenibles atentan contra la vida en el planeta, afirmó Claudia Pérez, representante de la isla en el 31 período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, que prosigue hoy en esta ciudad suiza.
Pérez remarcó que es necesario atender con urgencia temas como la pérdida de la diversidad biológica, el deterioro de la capa de ozono, la contaminación urbana, de los mares, océanos y zonas costeras y el tráfico transfronterizo de desechos peligrosos.
Los efectos del cambio climático y en general la destrucción del planeta, deben ser atendidos con urgencia. Por ello, subrayó, consideramos que fue positivo el haber alcanzado un acuerdo climático en la cumbre mundial sobre ese tema que se desarrolló a fines de 2015 en París.
Cuba reafirma que los países desarrollados deben asumir su deuda ecológica y respetar el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, recalcó Pérez en su intervención ante el Diálogo Interactivo con el Relator Especial sobre el medio ambiente y la Relatora Especial sobre una vivienda adecuada.
Al referirse a la vivienda, puntualizó que se trata de un tema complejo.
Cuba, a pesar de ser un país en desarrollo y estar afectado por los fenómenos meteorológicos de manera frecuente, cuenta con la voluntad política de ampliar cada año el número de casas que se entregan a la población como parte de los programas sociales, resaltó.
La representante de la nación caribeña agregó que ello se basa en el principio de que ningún cubano quedará abandonado a su suerte o no tener un hogar.
La única alternativa para responder a los problemas del medio ambiente y alcanzar la vivienda adecuada es establecer un orden internacional más equitativo, que asegure el desarrollo sostenible de las naciones y que ponga los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de la salvación del planeta y de la dignidad humana, conluyó.