La Habana, 29 junio (RHC)- Un equipo liderado por el doctor Dan Barouch del Beth Israel Deaconess Medical Center y de la Escuela de Medicina de Harvard, probó en ratones dos tipos de vacunas experimentales contra el zika demostrando una eficacia del 100% luego de la exposición al virus, según publicó la revista Nature.
Una creada por el equipo de Barouch es un inmunógeno de ADN que contiene trazas de material genético de una cepa del zika de Brasil, destaca el medio especializado.
Por su parte, la otra candidata se fabricó a partir de una versión purificada, pero inactiva del virus de Puerto Rico y la elaboraron investigadores del Walter Reed Army Institute of Research, en Silver Spring, Estados Unidos.
Los roedores que recibieron cualquiera de las dos inyecciones tuvieron una protección de 100% tras una sola dosis. Todos los animales no vacunados que se expusieron al zika desarrollaron síntomas de la enfermedad, afirmaron los autores.
Según Nature, los investigadores demostraron también que los anticuerpos tomados de roedores inmunizados podrían usarse para proteger a otros no vacunados, lo que demuestra que los anticuerpos producidos por los inmunógenos eran específicos al zika.
El hecho de que las inyecciones protegieron a los ratones y que sus antitoxinas protegieron a otros del zika sienta las bases para tener optimismo sobre el desarrollo de una vacuna, afirmó Barouch.
A propósito de otras investigaciones, científicos de la Universidad de Wisconsin desarrollaron un modelo del virus en simios.
En tal sentido, los expertos inocularon a ocho macacos, entre ellos dos monas preñadas, con una cepa del zika que circula actualmente en América.
Todos los animales se infectaron, con partículas virales en su sangre, saliva, orina y líquido espinal, y se mantuvieron contagiados entre 21 y 57 días.
Una segunda exposición al zika 10 semanas después de la primera no enfermó a los monos, lo que sugiere que los anticuerpos desarrollados protegieron a los animales contra un segundo caso del virus.
La pesquisa muestra indicios prometedores de que los humanos podrían desarrollar de forma similar anticuerpos que los protejan contra el virus.