La Habana, 27 oct (PL) La primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba (BNC) Viengsay Valdés cree importante conservar y defender el legado histórico de su compañía, que mañana cumplirá 70 años de fundada.
Ese aniversario será el motivo principal de celebración en el 26 Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, que acontecerá del 28 de octubre al 6 de noviembre, con la participación de artistas de más de una docena de países.
Ahora mismo resulta importante recordar, conservar lo que tenemos y defenderlo, para que el BNC siga siendo una gran compañía reconocida a nivel internacional, subrayó Valdés durante un ensayo de la gala inaugural.
Con la ayuda de familiares, artistas e intelectuales de la época, los cubanos Alicia, Fernando y Alberto Alonso fundaron esta agrupación, en La Habana, el 28 de octubre de 1948.
La dedicación, el amor por lo que se hacía en los inicios me parece admirable, y el BNC en los primeros tiempos lo integraron varios bailarines, no solo cubanos, tuvimos norteamericanos y de otras latitudes, recordó la actual primera figura.
El matrimonio de Alicia y Fernando Alonso integraba desde 1940 el Ballet Theatre (hoy American Ballet Theatre), de Estados Unidos, y aprovecharon un receso de esa entidad para invitar a la mayoría de sus colegas a Cuba, a fin de crear una compañía clásica en la isla.
Los tres Alonso y otros fundadores se entregaron, con un sentido de compromiso, a la tarea que les había tocado: la formación de una nueva compañía, y luego de una nueva escuela, que llegó a ser la más joven reconocida a nivel internacional, relató.
Tras la creación del conjunto, con el tiempo varios artistas necesitaron retomar sus empleos u otros contratos en el extranjero para poder subsistir y los Alonso se vieron en la necesidad de crear una academia, para recaudar algún dinero y, principalmente, para formar una cantera propia de bailarines.
Sin mucha consciencia, aquellos jóvenes experimentaron con métodos y formas dentro de la coreografía y la enseñanza que dieron lugar a un estilo propio de asumir la danza y a una metodología particular, con resultados palpables en todo el planeta. El triunfo de la Revolución Cubana en 1959 les dio el impulso definitivo pues el nuevo gobierno, liderado por Fidel Castro, les brindó todo el apoyo para fundar un sistema de enseñanza artística desde edades tempranas y desarrollar una compañía profesional.
A pesar de que hay que seguir trabajando, creo que se ha mantenido durante generaciones la tradición, apuntó Valdés en entrevista exclusiva con Prensa Latina.
Me siento orgullosa de pertenecer al BNC y, sobre todo, privilegiada por haber tenido grandes maestros, sentenció esta alumna de Alicia y Fernando Alonso, las llamadas cuatro joyas del ballet cubano (Josefina Méndez, Loipa Araújo, Aurora Bosch y Mirta Plá) y muchos otros artistas y maestros forjadores de la gloria pasada y presente.
Valdés ha tenido un año intenso, se presentó en una gala ofrecida en el Teatro Armando Manzanero, de Mérida, en México, y a las pocas semanas clausuró el Festival Artes de Cuba: From the Island to the World (De la isla al mundo), acontecido en el Centro John F Kennedy, de Washington.
Tras sus exitosas presentaciones con el BNC en Estados Unidos, la artista viajó sola a Canadá, por invitación de Le Grands Ballets Canadiens de Montreal, para compartir tres espectáculos con esa compañía y, luego, tomó un vuelo a Centroamérica para bailar en la clausura del Panamá Ballet Festival, en la capital de ese país.
Por tercera ocasión, el Festival de Ballet de Tokio, que solo convoca a los mejores del mundo, la convidó a actuar allí; y ahora toca el turno al de su Habana, donde un público muy entusiasta siempre la recibe con la algarabía típica del cariño tropical.