La Habana, 9 dic (RHC) La infancia, familia y pueblo natal, del bailarín cubano Carlos Acosta, fueron reflejados en un filme titulado Yuli, que tuvo su primera presentación en Cuba hace dos días en el Teatro Karl Marx, de esta capital, dentro del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
A juzgar por la crítica, el nuevo largometraje de la cineasta española Iciar Bollaín clasifica entre las grandes realizaciones del año en el mundo, con esta pieza el dramaturgo británico Paul Laverty ganó el premio de guion en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, España.
Para este filme en particular, Laverty se basó en el libro autobiográfico del bailarín, No Way Home (Sin mirar atrás), aunque la película se enfoca principalmente en la relación entre un padre y un hijo.
Acosta contó que empezó a escribir un libro sobre su vida en un momento de depresión en Londres, cuando era primer bailarín del Royal Ballet pero no lo ponían a bailar tanto y le sobraba el tiempo.
En aquella etapa, los cielos grises y la lluvia típica de la capital británica le opacaban los ánimos, sin embargo, escribir en los momentos libres lo ayudaba a escaparse a su soleada Cuba, con los cielos azules y calores del Caribe.
Gracias a eso todo el mundo se me iluminaba, comentó tras relatar el desafío de un amigo al principio que le aconsejó dedicarse solo a bailar y dejarle la escritura a los escritores.
El hijo de Pedro Acosta aprendió bien de su padre a luchar contra las vicisitudes y el proceso de 10 años de elaboración de un texto definitivo valió la pena, el libro no solo triunfó como obra sino que además se convirtió en una película. (PL)