Varsovia, 30 mar (RHC) La muerte este domingo 29 de marzo, a los 86 años, en Cracovia, tras una larga enfermedad, del renombrado compositor y director de orquesta polaco Krzysztof Penderecki, conocido por su Treno a las víctimas de Hiroshima, el Stabat Mater y las bandas sonoras de las películas El resplandor, de Stanley Kubrick; El exorcista, de William Friedkin, y más recientemente, Shutter Island, de Martin Scorsese, ha sido recibida con pesar en todo el mundo.
También compuso la banda sonora de la película Rekopis znaleziony w Saragossie (El manuscrito encontrado en Zaragoza), del regidor polaco Wojciech Jerzy Has, considerada como una de las partituras para cine más innovadoras del siglo XX.
Nacido el 23 de noviembre de 1933 en Debica, en el sureste polaco, en el seno de una familia con raíces armenias, alemanas y polacas, el artista es considerado el compositor polaco moderno más importante, fue icono del sonorismo de la vanguardia musical polaca en sus primeros años y posteriormente un prolijo y galardonado autor de una amplísima variedad de obras, de sinfonías a piezas de cámara, enmarcadas muchas de ellas en el neoromanticismo.
Revistas culturales de su país, como Culture, aseguraban que «en la historia de la música del siglo XX su carrera destaca por su rápido ascenso hasta lo más alto, inigualable, con la posible excepción de Stravinsky» mientras el Ministerio de Asuntos Exteriores lo encuadró como uno de los «más famosos compositores polacos» y autor del «más impresionante legado», y el de Cultura lo llamó «autoridad mundial en el campo de la música clásica».
El artista, quien además dirigió a grandes orquestas por todo el mundo, de Katowice en su Polonia natal, a la Sinfónica de Londres y las filarmónicas de Múnich, Nueva York, Osaka y Hamburgo, entre otras, señaló en una ocasión: «El artista es un testigo de la era en la que vive y reacciona con su obra a lo que sucede a su alrededor».
Entre sus premios se destacan cinco grammys, el galardón UNESCO que recibió por su obra Treno a las víctimas de Hiroshima (1960), y dos Prix Italia, el Príncipe de Asturias de las Artes en 2001 y la Orden del Mérito de Mónaco, la distinción francesa de Comandante de la Orden de las Artes y las Letras, el Praemium Imperiale japonés y la Orden del Águila Blanca polaca. (Fuente: Granma).