Madrid, 7 feb (PL) Truman, del realizador Cesc Gay, se convirtió en la gran triunfadora de los Premios Goya del cine español, al obtener cinco estatuillas, entre ellas la de mejor película.
Además del premio a la mejor cinta del país ibérico en 2015, esta crónica urbana sobre la amistad y la enfermedad, que llegó con un total de seis nominaciones, se llevó otros cuatro galardones.
Ellos fueron el de mejor director para Gay, mejor guión original para Gay y Tomás Aragay, mejor actor protagonista para el argentino Ricardo Darín y mejor actor secundario para Javier Cámara.
En el apartado de mejor interpretación masculina, Darín lidiaba con Asier Etxeandia, (La novia), Pedro Casablanc, (B) y Luis Tosar (El desconocido).
La obra del cineasta catalán se impuso a la gran favorita de la noche, La novia, adaptación que Paula Ortiz realizó de las Bodas de sangre de Federico García Lorca, que apenas consiguió dos -mejor dirección de fotografía y actriz de reparto- de los 12 Goya a los que aspiraba.
Detrás de Truman se ubicó Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet, con cuatro galardones: mejor música original, maquillaje y peluquería, diseño de vestuario y dirección de producción.
A cambio de nada consiguió los de dirección novel para Daniel Guzmán y actor revelación para Miguel Herrán, El desconocido, los de montaje y sonido, y Palmeras en la nieve los de mejor canción original (Pablo Alborán y Lucas Vidal) y mejor dirección artística.
La 30 edición de los Premios Goya, que se extendió hasta esta madrugada en el hotel Auditorium de Madrid, tuvo otra clara ganadora, Natalia de Molina, quien resultó elegida como mejor actriz por su rol protagónico en Techo y comida.
De Molina superó a las también nominadas Inma Cuesta, por La novia, Penélope Cruz, por Mama; y la francesa Juliette Binoche, por Nadie quiere la noche.
El Goya a la mejor cinta iberoamericana fue para El clan, del argentino Pablo Trapero, mientras que la francesa Mustang, de Deniz Gamze Ergüven, se llevó el premio a la mejor película europea.
El clan rivalizaba con La Once, de Maite Alberdi (Chile), Magallanes, de Salvador del Solar (Perú), y Vestido de novia, de Marilyn Solaya (Cuba).
La gala de la 30 edición de los Goya, considerados los Oscar del cine español, estuvo marcada por algunas alusiones al gobierno saliente del conservador Mariano Rajoy, sobre todo por su decisión de aumentar el IVA en el sector cultural del ocho al 21 por ciento.
En la alfombra roja, los políticos le robaron el protagonismo a las celebridades, con la presencia en la velada de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Alberto Garzón, líderes de los partidos que en estos momentos negocian la gobernabilidad de España.